Un día cualquiera –deshojando los minutos muertos entre dos citas- curioseas entre los libreros de Babel y de pronto, sin decir agua va, te sale al paso una centenaria edición juvenil de Los Lusiadas de Luis de Camões. Lees la hoja legal y te enteras que el ejemplar en cuestión entró a la imprenta en Barcelona el 21 de octubre de 1914, cuando de este lado de mundo nuestra ciudad no era mucho más que el rancho de la Tía Juana. Imaginas entonces las travesías emprendidas por ese libro y las manos por las que navegó antes de atracar en un improbable rincón del centro tijuanense en el Pasaje Rodríguez para ser puesto en venta por 100 pesitos y pepenado por un compulsivo cazador de literatura. La travesía de ese libro hasta tu librero, es similar a la de Vasco da Gama a través del Cabo de Buena Esperanza, con el favor y el sabotaje de los dioses olímpicos. Piensas entonces en carabelas por el Tajo y en el sol cayendo sobre la Plaza Camões en el corazón de Lisboa antigua, en la tarde que pasaste con tu esposa al pie del monumento al bardo lusitano, en la horda de turistas británicos que se amontonan para la selfie con Pessoa afuera de la Brasilera. Por lo que a Camões respecta, aquí te cuento su historia: http://www.infobaja.info/gloria-e-infortunio-de-camoes/
Saturday, January 26, 2019
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