Desnudos cielos de un enero casi cuaresmal. Atípicas sombras largas en la altamar de la mañana. Hay algo inquietante en esta calma. Un precoz verde cubre cerros y colinas en donde las flores amarillas hacen de las suyas. Ni rastro de bruma en torno a las Islas Coronado cuyos contornos emergen afilados de un Pacífico azulísimo. Hoy la claridad horada como punta de navaja. Este enero tardío tiene el rostro y la esencia de los primeros días de marzo... de los Idus de marzo y el viento sabe a Miércoles de Ceniza. Si de pronto despertara, podría jurar que estamos en cuaresma. Un enero corriendo con prisa hacia su abismo.
Friday, January 25, 2019
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