No cualquier día de San Agustín se levanta uno, bebe su café y se encuentra con esta doble reseña en Identidad. He dicho que el vicio de contar historias me ha dejado por herencia un arsenal de gratitud, pero ahora sí mis colegas se han volado la barda. Escritores por los que siento una franca admiración profesional han tenido el gran detalle de escribir sobre mi trabajo. Jorge Ruiz-Duenas comparte las impresiones de su lectura de Vientos de Santa Ana y lleva al papel las palabras que por sorpresa irrumpieron en la noche del Franz Praga. Y José Salvador Ruiz comenta Dispárenme como a Blancornelas y el cuento Corona de Muerto que se publicará a la brevedad en el libro Días de whisky malo. Para acabar de coronar esta doble plana, se incluye una frase del gran Vicente Alfonso. Mi gratitud total con ustedes colegas y por supuesto con Jaime Cháidez Bonilla, quien se dio a la tarea de reunirlos en estas páginas y darme, una vez más, la gran sorpresa. En el arsenal de mi gratitud, el suplemento fundado por el profesor Vizcaíno tiene y tendrá siempre un lugar especial pues desde hace años ha apoyado mi trabajo. La portada, por cierto, dedicada a los Códigos urbanos del genial Lorenzana. Mi abuelo solía festejar en grande el día de San Agustín y el 28 de agosto era de manteles largos en la familia Basave. Creo que este domingo yo tengo motivos de sobra para seguir con la tradición. Salud.
Sunday, August 28, 2016
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