Antes de salir a la terraza Sergio se ha servido un nuevo vaso de Buchanas para tragarse el Rivotril y medio con el que intentará exorcizar a los demonios del insomnio matutino. No más cáspita del diablo por ahora, piensa mientras invoca el milagro de poder dormir la mañana completa y estar fresquecito al momento de la encerrona de la tarde. Entre el dictado de su biografía autorizada, la revisión del último par de spots y el compulsivo envío de WhatsApp al equipo de producción, la madrugada se le ha ido en blanca hiperactividad. Un par de rayas y ocho vasos de whisky en las rocas deberán ser conjuradas por la pastillita y media que baja por su esófago pero no alcanzará a diluirse en su organismo pues al momento de ingerirla le restan a Sergio menos de cuatro minutos de vida.
Wednesday, August 10, 2016
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