Tres cervezas y cinco cigarros después, la charla desembocó irremediablemente en Guillermo Demian, cuyo fantasma de una u otra forma fue omnipresente durante el evento el Teatro del Estado. Por supuesto, ante cada frase o detalle del primer discurso de Alfio Wolf como gobernador, yo imaginaba lo que al respecto hubiera escrito Demian en su blog. Me duele no haberlo podido conocer nunca en persona. La única vez que hablamos por teléfono estábamos ambos demasiado borrachos y creo que no pudimos decirnos nada coherente. No sé hasta qué punto hubiera vivido la coronación de Wolf como una gran derrota en su vida o si lo hubiera visto como una oportunidad de abrir una nueva trinchera de lucha de seguir siendo el reportero jodón y molestoso, como lo fue durante los años de la alcaldía. La noche en que me llamó, Demian me dijo o me dio a entender algo así como que no habría toma de posesión, que Alfio Wolf se caería por un reportaje suyo. La verdad es que estaba tan borracha, que ni siquiera puedo recordar bien sus palabras.
Wednesday, April 01, 2015
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