Oruro es una de las ciudades más altas del planeta. 3 mil 775 metros sobre el nivel del mar, por encima incluso de La Paz. Supongo que para poder correr, dominar y tener bajo control un juego durante 90 minutos requieres ser uru, quechua o aymara o de plano mascar hoja de coca y tener espíritu de cóndor o de vicuña. De ahí lo meritorio del grandísimo triunfo Tigre en la altura boliviana con todo penal atajado por Nahuel. Ni el favor de la mismísima Virgen del Socavón ni el jugar tan cerca de las nubes valieron para horadar la defensa felina. Estos son los triunfos que valen. Olvídense de la liga. Vamos por la Libertadores.
Wednesday, March 11, 2015
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