¿Quieres verdaderamente declarar la guerra al sistema? ¿Sentirte un verdadero anarquista capaz de ir literalmente a contracorriente? Te doy la receta: móntate cada mañana en tu bici y arrójate a esas avenidas infestadas por conductores desquiciados, presos de su estrés y su frustración. Los miras, encapsulados e impotentes, mentando madres mientras miran el reloj celular en mano, luchando contra un tiempo que no es nunca suficiente y un hastío que muerde duro en las entrañas. Frente a ellos estás tú, buscando recovecos, trepando a banquetas, arrojándote en zigzag frente a semáforos adversarios, mientras tu corazón, tus energías y tus ideas se ponen a tope. Los cardiopensamientos fluyen como catarata y entonces reparas, una vez más, en que una de las cosas que más disfrutas haciendo n la vida, tanto como leer y escribir, es desplazarte por el mundo arriba de una bicicleta.

Entiendo que Canadá y Australia están más interesados en técnicos, ingenieros, enfermeras y mi currículum técnico incluye que con mucho trabajo logro cambiar un foco. Hola amigos canadienses: soy autor de tres libros y desparramador compulsivo de palabras. Maquilaba notas, reportajes y patrañas en un villorrio de pecado llamado Tijuana ¿Me aceptan ustedes en su primermundista territorio?