Puro Racimo de Horcas. Chutaos esta alucinada historia estancada
Por aquellos días alterné mis notas suicidas con historias noveladas sobre el día de mi muerte. Eran historias narradas en segunda persona en donde describía mis últimos momentos en circunstancias distintas. Eran doce historias sobre una mujer llamada Ipanema que en todos los relatos tenía 29 años y se preparaba para matarse. Aunque su nombre y su edad eran los mismos, las circunstancias que la rodeaban y la forma de matarse eran distintas. Ipanema se cortaba lentamente las venas sumergida en la bañera de un hotel de lujo (la hoja de la daga, lamiendo tus venas como una lengua filosa…hilos de sangre oscura van tiñendo tu lecho de agua) Ipanema tomaba cianuro de potasio en medio del bosque (el aliento de la Muerte al besarte son las almendras amargas impregnando tu boca) Ipanema se pegaba un tiro en la boca tras los anaqueles de una antigua biblioteca (la última felación de tu vida, el cañón de la pistola como un símbolo fálico entre tus labios) Ipanema, como Ana Karenina, se arrojaba al tren en una helada estación europea (el lejano silbar de la máquina es la llamada de tu Muerte…las ruedas de metal que han de desmembrar tu cuerpo giran musicales sobre la vía) Ipanema, como Alfonsina Storni, se arrojaba al mar (has pasado cada atardecer de tu vida contemplando el Pacífico y hoy te entregas a sus olas como sumisa amante, ofrenda en sacrificio) Ipanema se muere hoy fue el título que elegí para mi colección de relatos que inscribí a los premios estatales de literatura en la categoría de cuento. No gané por supuesto, pero mi mención honorífica fue la llamada de una psicóloga del DIF estatal.
Friday, April 20, 2012
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