Eterno Retorno

Sunday, January 16, 2011



Se siente como si el Diablo mismo soplara desde la Puerta del Infierno, porque sólo el aliento de un demonio enfurecido puede levantar tanto fuego en tan poco tiempo. Es un aire seco, rasposo, como un abrazo de arena; un aire cargado de presagios y malos augurios. Llegan en otoño, a veces en Primavera y dejan la región sembrada de incendios y premoniciones. Los antiguos les llamaban Vientos de Brujas; en la región se les conoce como Vientos de Santa Ana, aires extremadamente secos que aparecen de manera cíclica y característica en la climatología del Sur de California y el Norte de Baja California. Los rangos climáticos de estos vientos pueden ser desde extremadamente cálidos hasta fríos, dependiendo la temperatura en su lugar de origen, que es la Gran Cuenca y el Desierto del Mojave. A medida que los vientos de Santa Ana atraviesan por los pasos de montaña pueden alcanzar la fuerza de los huracanes. La combinación de viento, calor y sequedad convierte el chaparral en un combustible explosivo para los conocidos fuegos que muchas veces arrasan la región.