Eterno Retorno

Wednesday, January 03, 2007

TRAGUENSE EL 2-0 rayas DE MIERDA. ARRIBA LOS TIGRES

Cierto, Mario Carrillo me resulta antipático y la directiva de Cemex se esfuerza por parecer cada día más incapaz y petulante, pero Tigres es Tigres y yo por ese equipo saco el pecho y meto las manos al fuego en cualquier situación. Ahí estuve el pasado 30 de diciembre en el Volcán bajo la lluvia y el frío apoyándolos con mi padrino José Manuel en un amistoso contra Correcaminos que se ganó por 5-0. Hoy a la distancia grité los dos goles. Un Clásico regio es un Clásico en cualquier cancha y hay que ganarlo. No me importa no ganar el Interliga. Me encantaría soñar con la Libertadores y no estar pensando en el descenso, pero bueno, Tigres me ha dado la primera gran alegría del año. Solo le pedía que le ganáramos a las rayas y ya estuvo, los borramos de la cancha. A las rayas hay que borrarlas siempre, sea amistoso, de Liga o Interliga. Uno de los placeres más grandes que tiene la vida es romperle el culo a la basura rayada. Por ahora soy Feliz. Sufran rayitas lilongas. ARRIBA LOS TIGRES

Milicos

Los militares llegaron ya y no lo hicieron bailando el chá chá chá, sino instalando un estorboso filtro en Playas de Tijuana. ¿Querías soldaditos de plomo en las calles tijuaneras? Pues ahí los tienes, a granel y pa aventar pa arriba.

No tengo nada en contra del operativo militar, pero hace falta ser muy inocente para creer que va a servir de algo. Vamos siendo honestos: ese operativo no va servir de un carajo. Helicópteros, barcos, avionetas, armas largas y varios miles de pelones con botas no van a extirpar al crimen organizado de Tijuana. Sí, puede que por unos días se inhiban los secuestros a plena luz del día y tal vez no veremos en un rato ejecuciones en avenidas transitadas (ya sería el colmo con 3 mil pinches soldados) pero será un placebo, una aspirina infantil tratando de curar un cáncer. Está bien, bajarán en algo las estadísticas criminales tan incómodas para la Procuraduría, pero no creo que agarren ningún pájaro de cuenta. Traen redes para tiburones, pero apuesto doble contra sencillo a que sólo caerán charalitos.

El mejor operativo militar es aquel del que ni tú ni yo ni los policías locales nos enteramos. Aquel en el que los soldados llegan calladitos, sin cacareo, ni desfile, ni rueda de prensa. No puedes combatir al crimen organizado con un codiguito penal en la mano y esperando capturar secuestradores en un retén. ¿Creen que no están conectados a la frecuencia de la Policía Municipal? ¿Creen que no tienen mil y un agentes infiltrados en todas las corporaciones que les soplarán pelos y señales del operativo? Involucrar a policías locales en esta ridícula pantalla es el equivalente a tener la cortesía de contarle a la maña pelos y señales de tus planes para exterminarla.


Tower RIP

No estuve ahí para ver el cadáver, pero supongo que debe haber sido una imagen desoladora. La Tower Records del Sports Arena Bulvear en San Diego ha muerto. Luego de una lenta agonía tras notificarse la quiebra de la compañía, la Tower sandieguina cerró sus puertas para siempre.
Para el recuerdo quedará esa tradición de cruzar a la Tower al salir de los conciertos en Sports Arena.

He pasado mi vida entera comprando discos y algunas tiendas llegaron a convertirse en recintos sagrados. Como olvidar la Tower Records de Boston, en Massachusets Ave., tan cerca de Charles River. Esa tienda estaba abierta las 24 horas y en la madrugada era refugio de toda clase de freaks, corazones solitarios y estudiantes insomnes de Cambridge.

La muerte de la Tower en San Diego me recuerda que en un futuro no muy lejano, las tiendas de discos serán piezas de museo. Las nuevas generaciones verán como rarezas cavernarias a esos melómanos que pasábamos horas dentro de esos comercios que, al igual que la prensa escrita, se acercan a paso veloz a su extinción definitiva.