Eterno Retorno

Wednesday, July 05, 2006

Galos contra Romanos

Presumen los colegas de Le Monde:

L'équipe de France se qualifie pour la deuxième finale de Coupe du monde de son histoire après avoir vaincu une belle formation portugaise grâce à un but sur penalty de Zidane à la 32e minute (1-0). Les Bleus ont souffert, mais la performance exceptionnelle de la défense française et notamment de la charnière Thuram - Gallas a assuré à la formation de Raymond Domenech une formidable place en finale face à l'Italie, dimanche 9 juillet à 20 heures.


¿Alesia o Gergovia en Berlín?

Si me atengo a los antecedentes históricos de los comix de Asterix y Obelix, entonces no hay pierde, Francia será campeona del Mundo. Y es que en todos y cada uno de los números de este sensacional comix, los galos le ponen una soberana madriza a los romanos.

Pero si me atengo a la historia tristemente real, a la narrada en ese gran libro llamado Comentarios de la Guerra de las Galias escrito por Cayo Julio César, debo concluir que pese al coraje de Vercingetorix y compañía, toda la Galia, sí toda, fue dominada por los romanos en el año 52 A.C. En Gergovia, en el corazón del país Arverno, los galos concretaron la hazaña y le impusieron feroz derrota a las huestes de Julio César, pero meses más tarde, en la fatídica e innombrable Alesia, Vercingetorix tuvo que arrojar sus armas a los píes del César y entregarle la Galia al invasor.

En antecedentes estrictamente futbolísticos, nos debemos remontar a la Euro 2000, jugada precisamente al medio día del 2 de julio de 2000, cuando Fox y Labastida se disputaban la Presidencia y n Gol de Oro decidió la copa para los galos.

Debo decir que estos franceses de Zidane no me recuerdan a los galos al momento en que irrumpían furiosos, frenéticos y desenfrenados en los campamentos romanos. Hay una frialdad tan divina y exquisita en estos franceses, que acabas por enamorarte de su futbol. Zidane no tiembla, no suda, no reclama y sobre todo, no sonríe jamás. La suya es una expresión tenue, de un dominio total y absoluto de la situación. Sus piernas driblan con la helada precisión de una computadora. ¿Notaron ustedes un mínimo titubeo a la hora de pararse frente a Ricardo en el penal? Y mira que estaba frente a un tipo que acaba de atajar tres disparos hace tres días. Lo siento por Portugal, me hubiera gustado mucho haber visto a los lusitanos en Berlín, pero la genialidad naufragó en los mares del área grande. La nación de Vasco da Gama y Alvárez Cabral tendrá que ir a refrendar ese tercer puesto que alguna vez conquistó en 1966. Francia va en grande por la finalísima.

¿A quién le voy? Están 50% y 50%. Aquí no veo siquiera un ligero favorito. ¿Quién saldrá con la camiseta blanca y quién con la azul? Lo lógico sería que los franceses elijan salir de blanco, pues es con esta camiseta con la que han concretado sus mayores hazañas en este mundial. ¿A quién le voy? Al buen futbol. Ambas playeras las tengo, ambos países los he visitado, su gente y su comida me gustan. He tenido la fortuna de acudir a partidos ligueros en Parque de los Príncipes y en el Olímpico de Roma y Dante y Bocaccio me gustan tanto como Dumas y Proust. ¿Qué dice mi siempre equívoca corazonada? Que Berlín será Alesia. Preparen la pizza y la pasta.