Eterno Retorno

Saturday, December 11, 2004

GRACIAS PUMAS

SUFRAN RAYAS



Nunca tuve dudas. Ganó el que tenía que ganar. En este nuestro Futbol Mexicano ser octavo lugar y cerrar de visitante es motivo más que suficiente para pronosticar a favor. Aquí quienes cierran de local llevan las de perder. Más en estos torneos que llaman de Invierno o de Apertura o sepa la madre cómo los llamen, pero siempre que veo la Final con el pinito de Navidad puesto, el visitante se corona.

Por lo demás, chínguense rayas. Lo siento mucho, pero ustedes siempre son los primeros en jodernos la madre cuando sufrimos nuestras desgracias, así que no puedo pagarles con moneda difernente ni sentir piedad de ustedes. Hace exactamente un año, cuando perdimos contra Pachuca en Navidad, mi correo y mi teléfono se vio invadido de rayaditos que puntuales se acordaron de mí para reirse de la desgracia felina. Les pago con la misma moneda hijos de puta. Me da mucho gusto ver a Pumas Campeón. Ustedes no hicieron ningún mérito para ser campeones. Un equipo que inicia la temporada perdiendo 6 a 2 el Clásico no merece ser campeón.

Nunca he tenido odios ni filias hacia ningún equipo chilango. Pumas, América, Cruz Azul me resultan lo mismo. Ni me van ni me vienen. No puedo odiarlos ni amarlos. Sin embargo, en los años en que viví en México DF (88 92), me di gusto acudiendo a los estadios capitalinos, siempre que jugaba Tigres de visitante por supuesto y cuando había buenos juegos de equipos que iban bien. En la prepa donde estudiaba, el Albatros, la chilanga afición se dividía entre América y Cruz Azul y muy pocos Pumas. Yo en aquel entonces solía acudir al Estadio de CU, cada que iban los Tigres no faltaba, y también uno que otro clásico. Y me llamó la atención ver que mis compañeros americanistas y cruzazulinos afirmaban que jamás habían ido al México 68, pues lo consideraban un estadio peligroso, lleno de porros, de nacos (uso sus propias palabras) donde podías salir muerto. A mí me extrañaba, pues yo había ido incluso a jugos Pumas vs América y había salido ileso. Incluso, cuando jugaba Pumas vs Tigres en la UNAM yo solía ir con mi camisa y mi bandera Tigre y fuera de unas mentadas de madre, nunca sufrí mayores consecuencias (cosa que no puedo decir cuando he ido a apoyar a Tigres al estadio de Santos, Toluca o Correcaminos donde uno aprende a amar a Tigres en tierra de salvajes despiadados que hacen todo lo posible por romperle una botella en la cabeza a todo lo que huela a visitante) En fin, la cosa es que en CU he tenido suerte. Por azares del destino, en junio de 1991, el día 7, un sábado, mi amigo Ivan, uno de los pocos ultrapumas que estudiaba en Albatros, me cayó al cantón temprano para calentarme la cabeza de irnos a CU a conseguir boletos. Jugaban Pumas contra América la final. A sabiendas de que no encontrararíamos boletos en taquilla, fuimos el Ivan y yo pensando en una reventa barata y vaya milagro del cielo (el milagro que no me favoreció para ver a Therion en París) encontramos boletos de reventa a precio accesible. Así las cosas, vi a Pumas coronarse ante América con aquel cañonazo en tiro libre de Tuca Ferreti. En fin. Me da gusto por mis amigos Pumas. Bien por el Ivan, que quién sabe dónde chingados ande, luego de 12 años sin verlo. Un abrazo a mi amigo Angel Ruiz, René Gardner, Alberto Sarmiento, todos ellos aficionados Pumas. Y sí, por supuesto, habiendo nacido en Monterrey, se explica que tenga amigos muy queridos y familiares que optaron por el camino del error y apoyan a ese mierdozo equipo de las rayas. Yo he cumplido con mi deber Tigre de evangelizarlos y hacerlos ver la luz y entrar por el camino de la Verdad y el Bien, pero ellos se empeñan en apoyar a ese equipo. En fin, yo respeto y alabo la lealtad y mando un abrazo fuerte a mis amigos rayados. Es más, les voy a confesar una cosa: En un cumpleaños de mi buen amigo José Villasáez, rayado de corazón, le regalé una camisa de su equipo. Ahí está también mi amigo César Romero, que se mantiene fiel a las rayas, mi tío Agustín, que pese a haber nacido en una familia de Tigres y haber vivido su adolescencia en la época de Barbadillo, Boy y Mantegazza en que les ganábamos todos los clásicos, siguió fiel a la causa. Un abrazo también a mi tío Rogelio y a Sergio, el novio de mi hermana Ana Lucía, que siguen empeñados en apoyar al error. Yo siempre apreciaré la lealtad y por ello les mando un sincero abrazo. Siempre admiraré a la gente fiel, pues yo siempre lo he sido y mi fe Tigre jamás se apagó, ni siquiera en el descenso. Pero no me pidan que apoye a las rayas en una final. Lo siento, pero esa camiseta de las rayas me inspira repulsión, es como un repelente para mí. Los rayados, su himno, su afición, su esencia misma, representan la personalidad que más aboreezco de mi ciudad natal. El supramaterialismo, el Tec, el conservadurismo extremo, la religiosidad, el complejo de ser texanos, el espíritu de San Pedro Garza García a su máxima expresión. Eso son el 95% de los rayados. El 5% restante que vale la pena ya lo he mencionado y les mando un abrazo. En fin, Gracias Pumas. Me han evitado muchas llamadas y burlas y eso se los agradezco. Le han cerrado el hocico a mucha gente indeseable. Escuchando el Vulgar Display of Power de PANTERA, en homenaje a DIMMEBAG DARRELL, uno de los mejores guitarristas que ha parido el metal americano y bebiendo vino tinto, escribo mis reflexiones sobre esta final. Felicidades.

Por lo demás, esta semana El Metal ha perdido un gran guitarrista. DIMMEBAG DARRELL. Me queda el consuelo de haberlo visto tocar en vivo con Pantera en verano del 97 en Monterrey. Por cierto, les anuncio, Tigres tendrá un gran técnico: Se llama Hugo Sánchez.

Lo siento rayas. Lo único que puedo jurarles es que sufrirán subcampeonitis y que en la Jornada 2 del próximo torneo, les recordaremos quién es el que manda en Nuevo León. NO OLVIDEN EL 6 a 2. ARRIBA LOS TIGRES

PD. El campéon Pumas perdió 3 a 1 con los TIGRES en la jornada cinco en partido pasado por agua. Siempre habrá un felino mayo y un gato montés. Mero comentario editorial. Un abrazo Pumas y rayas.