La noche fue roja. Con música de mariachis, con ambiente de palenque, más de 10 mil personas con camisetas color escarlata se congregaron en la explanada del Hipódromo Agua Caliente a celebra el triunfo de su candidato Jorge Hank Rhon.
Afuera, en el Buelvar Agua Caliente, decenas de vehículos hacían sonar el claxon y ondeaban banderas desde las ventanas.
Una luna llena brillaba en el cielo que cubría una Tijuana pintada totalmente de rojo.
Es la una de la mañana. Yo sigo en redacción. Llevo 19 horas en activo, sin parar, de arriba para abajo, entre gritos, euforia y tensión.
En esta ocasión, me tocó cubrir al candidato ganador y retratar en mi crónica el rostro de la victoria, la piel de la euforia.
Todavía no hay nada definido. Lo único cierto es que hoy trabajé mucho y que mis únicos colores son los de los Tigres
Afuera, en el Buelvar Agua Caliente, decenas de vehículos hacían sonar el claxon y ondeaban banderas desde las ventanas.
Una luna llena brillaba en el cielo que cubría una Tijuana pintada totalmente de rojo.
Es la una de la mañana. Yo sigo en redacción. Llevo 19 horas en activo, sin parar, de arriba para abajo, entre gritos, euforia y tensión.
En esta ocasión, me tocó cubrir al candidato ganador y retratar en mi crónica el rostro de la victoria, la piel de la euforia.
Todavía no hay nada definido. Lo único cierto es que hoy trabajé mucho y que mis únicos colores son los de los Tigres