Eterno Retorno

Monday, August 02, 2004

La Política


Sí, ya se que soy un comunicador, que debo ser imparcial, que no debo externar mi opinión a la ligera. Pero aquí en Eterno Retorno soy un ciudadano tijuanense y expreso mi opinión como me da la gana. ¿No tengo derecho? Al periodista júzguenlo por sus notas y reportajes. Al ciudadano que es autor de este blog reclámenle en el tag si hay algo que reclamar. Por lo demás, soy bastante imparcial y equitativo aún en mis convicciones personales: Nunca he votado ni votaré por el PRI o por el PAN. Imparcial y equitativamente les digo que ambos me parecen igualmente mediocres e insultantes. Si tienen dudas, no voté pues no tengo credencial y si hubiera votado, jamás le hubiera dado mi voto a Ramos o a Hank, de eso pueden estar seguros.

Algunas cosas me han quedado claras, muy claras después de esta elección:

Las políticas populistas son inmortales. Falso que avancemos hacia la etapa de votos razonados, conciencia política, capacidad de crítica y análisis. Ni madre. El ser humano es el mismo y se rige por lo más básico. Mientras exista la masa como ente uniforme, homogéneo, no pensante y embrutecido, el populismo triunfará.

La gente necesita palabras fáciles, discursos mesiánicos, promesas redentoras de paraísos a su alcance. Entre más absurda e imposible sea la promesa, la gente más la amará. La masa odia la sopa de realidad. Cuando la masa acude a un acto político masivo lo hace como quien acude a un partido de futbol o a un concierto: Quiere, al menos por un instante, olvidar su realidad, evadirse, sentir que el paraíso está a su alcance. Si un candidato atiborra a su público de una sopa de realidad y promesas factibles, cavará su tumba. La gente acude con deseos de oír mentiras.

La masa, el pópulo, the mob, es un ente por naturaleza prostituto, carente de principios y convicciones mínimas.
Comprar a la masa es fácil. Necesitas dinero. Si lo tienes y sabes repartirlo, la masa es y será tuya. La masa es muy básica. No es una mujer de caprichos sofisticados o difíciles de complacer. Dale circo, música de banda, harta cerveza, trague a llenar y será feliz.

La masa no tiene memoria histórica. Para la masa la historia simplemente no existe. Luego entonces no se aplica el dicho aquel de crea fama y échate a dormir. Hasta el hombre con peor fama puede ser reivindicado y subido en un altar por obra y gracia de la cartera.


Cómo explicar que Antonio López de Santa Anna haya regresado once veces a la Presidencia de la República en el Siglo XIX.
Luego de perder guerras contra texanos, franceses y gringos, de imponer impuestos ridículos por tenencia de perros, gatos y ventanas, de hacer el ridículo, de que la gente lo declarara el peor villano y sacara su pierna del cementerio para arrastrarla por las calles, Santa Anna regresaba del exilio como el héroe, el único salvador posible o como bien dice Enrique Serna, el seductor de la patria.


Yo les hago una apuesta: Si Carlos Salinas de Gortari se lo propone, vuelve a ser Presidente de México en el momento en que quiera. Bastaría una muy buena campaña de medios, comprar a dos tres líderes prostitutos de opinión tipo Sergio Sirviento, lavarle el coco a la gente de que él es la única salvación, de que fue injustamente tratado en 94 y claro, repartir despensas, regalos, chayotes, parranda y promesas a granel. Después, la opinión pública lo hace aparecer como el salvador de la patria y listo: Me canso que vuelve a ser presidente y a todos se les olvida que es el villano favorito de México. Y ¿saben por qué? Porque 50 millones de imbéciles odian a Salinas pero no saben por qué lo odian. Si no hay convicción, es muy fácil manipular una mente.

No se de qué carajos nos quejamos. La noche del 2 de julio de 2000 a mi me costaba trabajo creer que un payaso irreverente burdo e ignorante lograra ganar la Presidencia de México luego de una campaña insultante con un discurso digno de retrasados mentales. Ese hombre fue aclamado como el salvador de México, como el portador del mesiánico Cambio y miren...Ay ustedes dirán.

Pero no nos sintamos mal. En el país más poderoso y rico del Mundo millones de personas apoyan a un borracho embrutecido, débil mental, capaz de eructar en un sólo minuto una catarata de sandeces patrioteras y delirios de divinidad de la más repugnante calaña. Hasta eso que aquí nunca hemos caído tan bajo.

¿Por qué iba a extrañarnos que un hombre inmensamente rico gane la alcaldía de una ciudad?
¿Porque está quemado? ¿Porque arrastra un negro historial? ¿Porque un periodista se dedica a hacerle publicidad gratis cada viernes? ¿De verdad les extraña? A mí No.


Los gobernantes imposibles, absurdos, esa clase de gente que uno no se explica cómo chingados llega al poder, florecen en escenarios de crisis y decepción. ¿Por qué floreció el discurso de Hitler? Porque era lo que una sociedad golpeada y deprimida como la alemana necesitaba escuchar en 1933. Traslademos aquí: si a ti te robaron tu carro el mes pasado, te corrieron de tu trabajo, a tu hijo lo asaltaron unos policías municipales en la calle y cuando te fuiste a quejar al Ayuntamiento te mandaron a tomar por culo, me parece muy lógico que te haga click ver a un hombre con cara de firme y poderoso decir que no le temblará la mano y que habrá más y mejores empleos. Aunque en el fondo sepas que es una gran mentira, necesitas aferrarte a algo. Es la triste condición humana.


Las buenas conciencias panistas se rasgan las vestiduras, imploran al cielo y se persignan: ¿Cómo es posible que el diablo llegue al Palacio? La mafia nos ha ganado, ha movido sus perversos hilos. Ja, ja , ja.
Y yo les pregunto: Señores panistas ¿No les parece que es el momento de ser un poco autocríticos? En lugar de decir que la mafia paleolítica impuso sus métodos, pregúntense ¿Qué caldo de cultivo dejamos preparado para que esto pudiera suceder? ¿Qué tanta inconformidad y decepción nos dedicamos a sembrar? Hank no hubiera ganado en una ciudad donde la gente estuviera feliz con sus 1 5 añotes de bonanza y honestidad azul. Uno cosecha lo que siembra señores panistas.


Me da risa el discurso hipócrita de Acción Nacional. Me parece cómica esa facilidad que tienen de agarrar el papel de niños buenos de la película. Es el colmo del absurdo verlos rasgarse las vestiduras gritando que Satanás ha llegado al poder. Las buenas conciencias, los hombres y mujeres de bien, se dedicaron a firmar manifiestos, desplegados para hacer llamados contra Hank. Un periodista que ha perdido todo vestigio de objetividad e imparcialidad, se dedica a escribir furiosas e infundamentadas rabietas cada semana. Todos te dijeron no votes por Hank, es malo, es feo, es asesino, es corrupto, pero resulta que nadie se preguntó ni me supo decir: ¿Y qué carajos hay enfrente? ¿Por qué sí votar por Ramos? ¿Qué me ofrece a mí como ciudadano? Me ofrece tres años con la misma, la mismita pandillita de panistas busca chambas, te los digo uno por uno si me lo pides, los mismos que tienen a todas sus familias colgadas de la ubre presupuestal, los que tienen el puesto apalabrado desde hace tres años, los niños bien que se juntan a beber en el Sótano Suizo mientras deciden cómo organizar a la juventud de Tijuana, la repugnante e indigna pandilla de seudo periodistas y comunicadores que llevan años de mamar de la teta azul. Tres años más de mediocridad, corrupción a baja escala, compromisos creados y oligarquías eternas. ¿Eso me ofreces Ramos? Puta madre, que bueno que no voté.

¿Que Hank es más malo? Bueno, si me preguntas en lo personal qué pienso como ciudadano, mi pronóstico es que será un pésimo presidente municipal. No le auguro un trienio exitoso. No porque sea mafioso, exótico y asesino como dicen sus enemigos, sino porque no tiene ni idea de cómo carajos se administra una ciudad y porque está rodeado de una pandilla de oportunistas. Ojalá me equivoque, pues como ciudadano me conviene lo mejor para Tijuana, pero no auguro lo mejor.
El retrato maléfico de Hank me parece exagerado, inflado por las buenas conciencias como Luis Felipe Bravo Mena que nos convocó a elegir entre el bien o el mal, entre la pureza o la perversidad, el angelito o el demonio. Es simplemente un junior millonario que nació con todo el dinero del mundo y está acostumbrado a cumplir sus caprichos. Ayer cumplió uno más.

Tijuana será la misma con Hank o con Ramos. Mi vida no cambiará en nada con uno o con otro, eso se los juro. Tendré que seguir poniendo bastón a mi carro, seguiré cayendo en baches, cubriendo hallazgos de cadáveres envueltos en cobijas, haciendo reportajes sobre corruptelas en el Ayuntamiento, viendo informes de cifras alegres e infladas, soportando las llamadas de seudo reporteros que pondrán su indigna pluma al servicio del poder, escuchando grillas estériles, viendo cada mañana aburridas protestas ciudadanas acaudilladas por líderes charros. Será exactamente lo mismo señores. Sí, hay algunas sanguijuelas que por primera vez en su vida tendrán que buscar trabajo fuera del presupuesto y tendrán que aprender a ganarse la vida, pues sus ubres particulares serán ocupadas por otra pandilla. Fuera de eso, señores, nada cambiará.

Yo no voté y mis únicos colores son los de los Tigres.