Coquipelao
Ni modo raza. Los pinches
Tigres me obligaron a darle cuchillo a una mata de doce años de antigüedad.
Resulta que tuve el mal tino de apostar mi greña en la pasada final Tigres vs
América. Yo alegué que el juego fue una cochinada, que Azcárraga compró al
arbitraje y me resistí por casi dos semanas, pero aquí me tienen, pagando mi
deuda como hombre de honor. Extraño mi pelo y siento frío con mi cabeza rapada.
Supongo que algún día me acostumbraré.