Muy bien: ¡a volar se ha dicho!
La vida vale la pena ser vivida cuando algo nos apasiona.
En este mundo nuestro hay infinitas pasiones posibles: el deporte, la música,
la tecnología, el cine, los viajes, la gastronomía. Pues bien, mi gran pasión es la lectura y la única constante
de mi vida, es que a cualquier edad y en cualquier momento me la he pasado con
libro en la mano.
Leer para mí ha sido un fin en sí mismo pero también ha
sido un medio. Leer ha sido un viaje que nunca termina pero también un destino.
Aunque leer no sirviera absolutamente de nada yo igual leería con la misma emoción,
pero quiero decirte que leer me ha
servido de mucho y también le ha dado rumbo profesional a mi camino de vida.
Ser lector es lo más fascinante y a la vez misterioso.
Pronto cumpliré medio siglo en este mundo y te juro que la lectura me sigue
resultando tan emocionante como cuando era niño. Cierto, la gimnasia neuronal
básica que consiste en reconvertir un fonema en grafema la ejecutamos todos los
días, pero lo que yo vengo a proponerte es que experimentes lo que se siente
convertirte en un lector de largo aliento, algo así como un corredor de fondo,
un buceador de profundidades o un escalador del Éverest.
La lectura en un su faceta más básica es indispensable
para nuestra vida práctica y cotidiana, pero cuando te conviertes en lector de
largo aliento, descubres que con las palabras puedes formar mundos, personajes,
universos enteros. Para mí es como estar siempre de viaje y yo en este libro te
quiero invitar a que me acompañes, pero eso sí, debes de tener en cuenta que
una vez que te has convertido en lector ya no hay vuelta atrás y no podrás
dejarlo. En este mundo no hay ex lectores.
Los lectores somos muy tercos y aferrados y en muchas
épocas y lugares hemos ido siempre a contracorriente como los salmones. El
mundo cambia todos los días, pero nosotros seguimos enamorados de este
insuperable acto de magia que transformó para siempre a la humanidad.
¿Aceptas el desafío? ¿Te atreves a emprender este viaje?
Muy bien: ¡a volar se ha dicho!
Nuestras alas son la imaginación y las palabras.