Eterno Retorno

Tuesday, October 31, 2023

Melissa


 

La enigmática Melissa ha llegado a la cuarentena y aún me sigue embrujando. Esta hechicera envejece de maravilla. 40 añitos cumple este día uno de mis álbumes favoritos de tooodos los tiempos. Está sin duda entre los diez discos que me llevaría a esa mentada isla desierta que se ve al fondo de la foto y si me apuran, tal vez esté entre los cinco mejores. Llegó al mundo en Copenhague, Dinamarca 🇩🇰, un 30 de octubre de 1983 y entonces el mundo del rock conoció la virtuosa oscuridad. Mercyful Fate es hijo de Sabbath y de Purple, del Priest y Uríah Heep, pero hasta el 83 nadie había hecho algo siquiera similar. Nadie había cantado nunca como King Diamond y nadie nunca ha vuelto a cantar igual. El dueto en duelo de guitarras de Hank Schermann y Michael Denner es violento virtuosismo. Aquí hay hard rock y heavy, speed metal y progresivo, pero sobre todo y ante todo, aquí está la maligna semilla de donde germinaría el black metal escandinavo.

Lo compré por primera vez en casete en McAllen, Texas, cuando tenía 15 años de edad. Recuerdo exactamente las circunstancias de esa noche en que lo escuché por vez primera en la carretera entre la frontera texana y Monterrey. Puse el casete en mi walkman, me coloqué mis audífonos e irrumpió él guitarrazo abridor de Evil y el primer grito de King Diamond. “Nací en el cementerio bajo el signo de la luna, levantado de mi tumba por los muertos”. Entonces nada fue igual. He escuchado ese disco en todas las edades y etapas de mi vida. Lo escucho este día, a mis casi 50 años y me sigue prendiendo como a los 15. Curse of the Pharaohs, Black funeral, Into My Coven, Satans fall. Siete rolitas, 39 minutos de armonía infernal. Carajo, que toquen esta obra maestra en mi funeral. Yo había visto tres veces a King Diamond en concierto, pero la vida me hizo esperar mucho para poder ver por primera vez a Mercyful Fate. Fue hasta el año pasado en Monterrey que se me hizo y les juro que fue alucinante. Dicen que Melissa es el nombre del esqueleto que acompañaba a Diamond en las giras y que un día se perdió misteriosamente. Melissa es una hechicera condenada a la hoguera y desde su infernal círculo sigue celebrando su Aquelarre. Ideal para escucharse en Noche de Brujas bebiendo un vino color sangre oscura.