La útil inutilidad de la literatura y el arte
Últimamente,
cuando he llegado a sentirme culpable por dedicar tantísima energía y tiempo de
vida a saberes y actividades inútiles, me ha bastado con pedirle consejo a
Nuccio Ordine para que se me pase. Para qué sirve leer cuentos o novelas? Por
supuesto que no sirve para nada y por eso mismo no puedo dejar de hacerlo. En
un mundo que endiosa el beneficio tangible e inmediato, es bello encontrar a quien
como Nuccio refrenda con orgullo la utilidad de lo inútil. La útil inutilidad
de la literatura y el arte. Cierto, en el reino del utilitarismo, el martillo
vale más que la sinfonía, el cuchillo vale más que el poema y las tijeras son
más necesarias que una pintura. Sin duda cuando la supervivencia está en juego,
la inteligencia práctica y las herramientas te acaban salvando, pero la vida
sería chata y aburrida sin literatura y sin música de por medio. Ojalá lo
supieran las maquiladoras de diplomas universitarios “útiles”. Demasiada
belleza y pasión inmolada en el altar de sacrificios de la vida práctica. Hace
una hora me acabo de enterar que Nuccio Ordine se ha muerto y bajo esta extraña
lluvia de junio me ha dado por entregarme a esos benditos rituales de
inutilidad que le ponen sabor al camino de vida. Grande Nuccio. Supongo que tu
más allá es ese territorio de la utopía que algunos llamamos biblioteca.