Eterno Retorno

Saturday, June 10, 2023

De la desértica inmensidad peninsular nos queda por herencia...

 


De vuelo las  bitácoras infestadas de serpientes. Corruptos inventarios de horas en el aire, patrañoso uso oficial de una aeronave bajacaliforniana en cuyo relato consta el aterrizaje en ciertas arenas coronadas de cascabeles rechonchas. La imagen muestra hambrientas víboras anilladas arrastrándose entre aves marinas. Aún no queda claro  qué carajos hicieron los funcionarios volantes junto a aquellos ofidios.
Currucuts aún verdes cayendo en racimo sobre aquella terraza. Por ahora el legado es solo eso: currucuts y cielo nublado sobre el herrumbre de un edificio delegacional. Se habla en corrillos de cierto chambitas milusero apodado el Cuchillo a quien contrataron para ciertos menesteres. Intento escribir sobre un rollo de papel o plástico. Las palabras no acuden a la invocación. Los currucuts siguen cayendo.

Demoré en testimoniar el abismo oceánico a ras de acantilado. Postergué hasta el infinito la imagen del agua salada bordeando la carretera Escénica. Un pozo de mar desde el barranco de El Vigía hasta el centro de la Tierra y acaso se sobreentienda lo de las colas de cetáceos, las sombras de las orcas irrumpiendo en la playa autopista, la profundidad sin límite. Torsos, aletas, abismal marea a la alza.
De la desértica inmensidad peninsular nos queda por herencia el rojo herrumbre de los trenes. Mostrencos vagones de cortinaje escarlata donde yace el salón fumador y las mesas de juego devenidas en madriguera de teporochos. La voz en off hablaba del salinismo y las afiladas fauces de la hijoeputez neoliberal. Demacre del esplendor ferrocarrilero entre las arenas de algo parecido a Loreto o Constitución, las vías muertas con destino a la fosa común de los sueños.