Ella es...
Ella
es el alma, el fuego y el corazón que enciende y hace girar todo nuestro mundo.
En cada pequeño detallito del entorno puedo ver ese toque de encantamiento: la
armonía perfecta en los colores del arbolito; la combinación de improbables
ingredientes que su mano transforma en manjar; la solución a los mil y un desafíos de la vida
diaria; la elección de las flores que
cambian la personalidad de un espacio; la resolución de contratos crípticos y
negocios con esencia de acertijo; la magia transformando todo aquello que toca
con una especie de varita. Con ella a mi lado, el más simple de los días se transforma en historia extraordinaria. Ella es mi compañera
del viaje que nunca termina; mi secuaz y
confidente; la dulcísima mamá 24/7 del niño
más genial y hermoso. Ella vino al mundo un 20 de Diciembre y les juro que nunca
es tan bella la luz como cuando está por cruzar el umbral del solsticio
invernal y el Sol invicto empieza a robarle instantes a la noche. Si la ven
felicítenla, tómense un buen vino a su salud y díganle que Ikercho y yo la
amamos locamente.