Eterno Retorno

Thursday, August 12, 2021

yacer a un lado del camino y a devorar las sobras del banquete al que no fueron invitados.

 


 

 

Hace no mucho les dijiste a tus alumnos que los mendigos son los seres más universales y atemporales de la humanidad. Les explicaste que sin  importar la época, la cultura o la geografía,  ellos siempre han estado y estarán ahí. Lean los libros más antiguos o asómense a la ventana y verán que la historia no ha cambiado. A los pordioseros los encontramos en  el Antiguo Testamento o en los santuarios digitales del Siglo XXI;  en el Egipto de los faraones o en el San Francisco de las startups y los encontrarán sus hijos o sus nietos en las nonatas ciudades del mañana porque siempre habrá en el mundo alguien condenado a quedar afuera del juego, a yacer a un lado del camino y a devorar las sobras del banquete al que no fueron invitados. 

Por respuesta obtenías una retahíla de bostezos y alguna distraída pregunta

¿Qué es yacer profe? ¿Qué es nonata?  ¿Cuál banquete?

Pero  eso no va a venir en el examen ¿verdad profe?

No, pero se los explico para que entiendan el contexto. Grandes doctrinas filosóficas nacieron en las calles. Sócrates, Diógenes y no pocos profetas cristianos vivían en una suerte de indigencia. Ellos, a diferencia de ustedes, no fueron a una escuela.

Esa fue una de las últimas charlas que tuviste con tus alumnos y ahora que lo piensas, cada vez con mayor frecuencia hablabas de la mendicidad, acaso porque ya intuías lo cerca que podías estar de ella.

La vida había dejado de sonreírte en ese entonces y tus ingresos, de por sí magros, empezaron a enflacar. Primero te redujeron las horas de clase. De cinco horas que dabas a la semana ahora solo darías dos. Los grupos se fueron compactando y tu clase de Introducción a las doctrinas filosóficas se impartiría como materia de tronco común a las carreras de Comunicación y Derecho. Con lo ganado apenas alcanzaría para pagar la renta de tu cuchitril y no para mucho más. Después llegó la pandemia y con ella los desafíos tecnológicos que jamás pudiste encarar…