Y volver, volver, volver...
Y volver, volver, volver, a la canija vagancia libresca otra vez. La última
vez que saqué a pasear un libro ocurrió en febrero de 2020 en la librería del
FCE en Guadalajara donde presentamos el Samurái. 18 meses después y al cabo de
decenas de encuentros digitales, me iré parar en un sitio para platicar sobre
un nuevo libraco que no conocen. El lugar del retorno será la Casa de la
Cultura de la Altamira. Acepté la invitación que me hace el Ayuntamiento de
Tijuana para participar en la clausura de la Feria Libros y Artes en Movimiento
donde presentaré por primera vez a un cachorro llamado Furtividad Bajo Palabra.
Resulta que en las semanas previas al arranque de la pandemia, el ICBC me
entregó recién salido de imprenta este libro, que fue a pepenar un premio
estatal en 2018 en la categoría de periodismo cultural. Es un libro de perfiles
y crónicas sobre creadores y caudillos culturales norteños (no solamente escritores). Algunos o muchos de ustedes están reflejados ahí. Nunca lo he presentado,
ni siquiera virtualmente. La verdad he salido poquísimo de casa en este año y medio y en mi familia nos hemos
tomado de lo más en serio las medidas sanitarias y de sana distancia. Tengo mi doble
vacuna Pfizer y mañana estaré, con mi respectivo
cubrebocas en un lugar abierto, concretamente en la escalinata, compartiendo
por vez primera a este nuevo cachorro. Por ahí andará también el Johnny Tecate
(alias Robert de Playas) con Pancho Morales y Los Coyotes. Si alguien quiere
acompañarnos están cordialmente invitados
hoy por la tarde a pepenar estas furtivas palabras.