Salud hoy y siempre Paco Haghenbeck
No cualquier detective fue tan generoso como Sunny Pascal
para compartirnos tantísimas recetas de sofisticados cocteles mientras resolvía
crímenes en el Puerto Vallarta de la Noche de la Iguana o en la costa
mediterránea de la España franquista. Tan generoso y alegre como su creador, el
gran Paco Haghenbeck, un colega que derrochaba talento, sencillez y buena vibra
en idénticas dosis. Tiempo de echar bala con Duval y el Jimmy Ball en el
triángulo dorado, o de recorrer la diablera Tijuana surrealista con Elvis
Infante. Tiempo de recordar las charlas y las mesas compartidas. Pocos
escritores tan entregados a su chamba y a su familia. La última vez que lo vi
fue en febrero de 2020, en la Rosario Castellanos del FCE, poco antes de entrar
en pandemia. Me dijo que estaba batallando con la mala salud de hierro, pero el
ánimo no decaía y tampoco el buen humor. Me dejó por herencia Simpatía por el
Diablo y un abrazo. Este Domingo de Pascua, los tragos coquetos (e
irremediablemente amargos) serán a tu salud. Grande
Paco Haghenbeck.
Salud
hoy y siempre