Busqued se mató en un accidente doméstico bajo el tremendo sol (o las tremendas nubes) del otoño porteño
Andando en plena pepena
libresca por rumbos ríoplatenses, le pedí a mi colega Máximo Chehin que me
recomendara algo argento nuevo, chingón y de preferencia no tan conocido en
México. No lo pensó dos veces y me recomendó a Carlos Busqued. Cuando lo vi en la
foto de la solapa con la camiseta de Motorhead, el que no la pensó dos veces
fui yo: este güey es de los míos, dije, y con eso de que casi no les tengo fe
ciega a los anagrameros, de inmediato lo apañé. Me encontré con un excéntrico
absoluto, zafado, outsider, exiliado en su propio mundo. Bajo este sol tremendo
es la historia de un anti héroe picaresco llamado Cetarti que es un pacheco de
tiempo completo al que le pasan las cosas más absurdas. Su segundo y último
libro, Magnetizado, es una suerte de Plata quemada o A sangre fría, un no
ficción sobre un extravagante y taciturno asesino de taxistas que hizo de las
suyas en el 82. Dos libros muy distintos entre sí, hermanados por su
excentricidad. Creo que son los únicos dos que publicó. Hace unos minutos me enteré
que Busqued se mató en un accidente doméstico bajo el tremendo sol (o las
tremendas nubes) del otoño porteño. Canija primavera matraca.