Masa madre
La masa madre es un ser vivo. Es casi como tener una mascota a la que debes
alimentar, cuidar y procurar. Dado que es un cultivo simbiótico de levaduras
fermentadas, no puedes desentenderte de
ella. Hay masas madres antiquísimas que llegan a cumplir décadas y se heredan
de generación en generación. La masa encarna un embrujo en su reino de microorganismos
vivos. Prueba un pan de masa madre o (mejor aún) una pizza de masa madre y
atrévete a compararlo con un producto comercial de harina refinada. Solo puedo
decirte que los separa un abismo. Son
dos mundos radicalmente distintos. Hoy Carol ha preparado unas pizzas pre cumpleañeras
con la ayuda a Iker que cooperó
esparciendo el queso. Simplemente matadora. Creo que escribiré una ficción sobre
una ancestral masa madre que sobrevive a través de los siglos y viaja por el
mundo entero seduciendo a personajes históricos. Créanme: hay una buena dosis
de magia en este reino vivo.