Gracias Tuca, gracias por tanto
Rabia, coraje, tristeza; ganas de cerrar el puño y
estamparlo contra la jeta de un directivo de Cemex como en la portada del
Vulgar Display of Power de Pantera. Pocas veces un tema futbolístico ha logrado
ponerme de tan mal humor como me ha puesto la noticia del adiós de Tuca Ferreti
de los Tigres. Qué manera tan burda, tan baja y tan poco caballerosa de ponerle
fin a la década dorada del equipo; qué manera de faltarle al respeto a los años
de gloria. Esto es propio de gente sucia y chafa, de negociadores de baja
estofa. Tuca debió retirarse con un partido de homenaje en donde la afición y
la directiva expresaran su eterna gratitud por lo logrado, decir adiós
heredando la estafeta a un entrenador formado en la institución como Juninho o
Chima Ruíz, pero no, en Cemex nada saben ni han sabido nunca de caballerosidad
o dignidad humana. Tampoco saben nada de futbol. El mejor entrenador de nuestra
historia es cortado por una conspiración de cobardes a quienes les faltan la
entereza y los huevos para dar la cara. Ferreti, caballero al fin, honró el
valor de la palabra, pero enfrente no había un igual sino un hipócrita incapaz
de mirar a los ojos, una basurita con poder, un tal Mauricio Doehner de cuya
existencia me acabo de enterar. Un tipo que está ahí para poner el dinero pero
que no se resigna a su papel de encorbatado de escritorio y quiere trascender
como figura pública pues tiene delirios de grandeza. Cementeros: limítense a
poner la marmaja y por favor absténganse de intervenir en temas futbolísticos.
Ahora nos traen un gris ejecutivillo corrido del América llamado Carlos
Cule(b)ro, quien desde el primer momento traía muy claro su negocio de
contratar como entrenador a su compinchito y socio en la compra- venta de
jugadores. El hombre que le dio la mayor grandeza a Tigres es echado a traición
para traer a la banca un tipejo vulgar, corriente, soez, de lo más chatarra que
ha dado el futbol mexicano como es Miguel Herrera. Me da asco la sola idea de
ver al Piojo Herrera dirigiendo a Tigres, pero negocios son negocios y sin duda
Cule(b)ro se va a llevar buena tajada trayendo desechos sudamericanos con sus
promotores de cabecera. Nunca olvido que a Herrera le dimos la bienvenida a la
ciudad despedazando 6-2 a sus rayaditos en 2004. Despreciable también la
afición embrutecida e idiotizada que no sabe nada de futbol a la que le bastan
dos juegos malos para reventar y olvidar como si tal cosa una década de hazañas
y campeonatos. No imagino cuántas décadas tendrán que pasar para volver a vivir
un tiempo tan glorioso. Por lo que a mí respecta me repugnan las cabezas
piojosas. Nací en el Año del Tigre, he apoyado a este equipo desde mi infancia,
en el sótano y el descenso, pero como aficionado no puedo menos que repudiar a
estos corruptos directivos y al vulgar entrenador que traerán. Grande
Tuca. Mi gratitud hoy y siempre.