Eterno Retorno

Tuesday, September 01, 2020

Apetito natural de desparramar palabra

 

 En mi hipotético manual sobre el arte de leer con café y escribir con whisky  debería resaltar la importancia de despertar temprano y del  sueño regular  como un elemento clave en la alineación de neuronas literarias. Hay mucha, muchísima lava hirviendo adentro del volcán pero se requieren condiciones concretas y atípicas para hacerla brotar. Puede a medias inducirse, pero el entorno y sobre todo el metabolismo, pueden conspirar a favor o en contra. Desde hace meses vengo barajando algunos personajes e  historias que revolotean por ahí, en plan celestino y calientahuevos. Hoy reparé en que bien se puede hacer una mescolanza de todo, un chocochorro prosístico donde lo mismo arrojemos frijoles, tocino, cabezas de pescado podrido, ajos, manteca, verdura y gordos de carne. Embadurnar todos los personajes y tramas fallidas y colarlos dentro de la pestífera moda cuarentenera y dar forma a algo que bien puede evocar un debrayado Decamerón, una ristra de errabundos que coinciden una tarde lluviosa de domingo frente al muro de Playas de Tijuana. Los une la complicidad del humo, el desbarrancadero existencial y el sinsentido. Acabarán refugiándose en algún viñedo por los rumbos de San José de la Zorra, aunque tampoco descarto ponerlos en plan Transpeninsular y hacerlos viajar a la heroica o a Loreto.