¿Quieres probar el néctar del espíritu de la época? Bebes el primer café del día mientras las pantallas eternamente encendidas de tus juguetes digitales escupen las escenas de una explosión en Beirut que puedes ver desde muy diversos ángulos en decenas de tomas distintas como si se tratara de un gol. Apocalipsis now MultiCam. El Armagedón solo existe si es filmado. La imagen del humo y las llamas cubriendo el puerto libanés tiene la contundencia suficiente para distraerte de los linchamientos de asaltantes con los que te entretenías hasta hace unos minutos. Antes de media hora habrás olvidado los dos. A medias masticarás las cifras de contagios y muertes covideñas de la jornada mientras lees noticas sobre una vacuna rusa “que ahora sí” salvará al planeta y Gatell te jura que la curva de contagios ya va aplanarse, en tanto un chochero con delirios místicos perora que el elixir de la vida se llama dióxido de cloro y el CJNG desfila en pasarela con sus nuevos juguetes bélicos. La Corte de Colombia ordena el arresto de Álvaro Uribe (y ya podemos sentir el orgasmo de la piara chaira anticipando que el Calderas será el siguiente). Principio de mes: tiempo de pagar teléfono, colegiatura, luz. De Líbano y los linchamientos ya ni te acuerdas. Sin duda más de un buen periodista buceará en aguas profundas, investigará y te narrará, con nombres y rostros, la historia de la tragedia de Beirut, pero tú no lo leerás ni te interesará saber más nada del asunto, porque un texto que mide más de cien palabras y un video que dura más de medio minuto te resultan inabarcables, más largos que el Ulises de Joyce y resulta tú no tienes tiempo, aunque en realidad no hagas un carajo más que pasearte por tu Aleph digital. ¿A quién chingados le importa la profundidad y el largo aliento? Esa bestia insaciable llamada opinión pública demanda imagen, puritita imagen, tan rápida, procesada y morbosa como sea posible, un fast food del gore y la carcajada soez. El HomoVidens es un tragón. Venga pantallita: escupe un nuevo meme, otro video infernal, un zipizape sabroso. La vida y la historia corren tan rápido, que sus desplazados demoramos algún tiempo en saber que el tren nos ha abandonado en medio del desierto. El presente es un enorme altar de sacrificios que cada noche es bañado con la sangre del ayer. Mórbido Zeitgeist el nuestro. Mundito de hoy.
Tuesday, August 04, 2020
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