Eterno Retorno

Monday, March 02, 2020

Dibuja al personaje con palabras

Cierto, los homo videns nos llevan ventaja, pero nosotros, como Calamaro, elegimos la dirección difícil, la que usa el salmón, es decir, la de la narrativa. No es un taller de cine o de dibujo, sino de creación literaria. Lo único que tenemos aquí a la mano para trabajar, construir y jugar, es un vastísimo inventario de palabras y tenemos que jugar con ellas como si fueran legos. Lo que un director de cine o un dibujante resuelven con una imagen, nosotros debemos resolverlo con pura y vil palabra. Ahora bien ¿es estrictamente necesario que lo hagamos un dibujo narrativo? Creo que en la novela lo deseable es elaborar el retrato y ahondar en características físicas. En el cuento tengo mis dudas. Creo que un cuento puede perfectamente funcionar aún si no hacemos una descripción física de nuestro personaje. En el cuento ningún párrafo es arrojado al azar y debe estar ahí para sumarle al conteo final de caracteres. Cada frase abona a la figura geométrica final y en teoría (al menos si se trata de un buen cuento) si quitas esa palabra nuestra arquitectura narrativa se derrumba como una torre de Jenga. A la hora de hacer la presentación de un personaje literario, sobre todo cuando se trata de cuento, me gusta emular a aquellos dibujantes que tienen una endiablada habilidad para poder crear un retrato en una servilleta a partir de tres o cuatro trazos, en donde un elemento dominante (la profundidad de los ojos, una calva prominente, unas cejas demasiado pobladas, una cara gorda o alargada), pueden darnos una idea de las características de nuestro personaje. Tal vez en la novela se valga crear un retrato renacentista a lo Diego Velásquez y hacer de cada mujer una Gioconda, pero en cl cuento el valor yace en poder decir lo más con lo menos. Por ejemplo, en un cuento vale la pena hacer énfasis en la altura, la complexión o la mirada de un personaje, siempre y cuando dichas características influyan o determinen su personalidad incidan en forma directa en la trama de la historia. Decir que un personaje utiliza camisas extra-extra largas es importante en la medida que esta condición sea determinante en la psicología, la forma de actuar o la trama en la que se ve inmerso un personaje. Hace un par de semanas mi esposa y yo nos quedamos sin llaves afuera de casa a la media noche. Después de muchos intentos, el final feliz de la historia llegó gracias a que Carolina pudo pasar por la puerta de la perrita en la cocina, cosa que para mí hubiera sido imposible. Si esta pequeña anécdota fuera un cuento, entonces sería muy importante que el narrador tuviera el cuidado de describir que mi esposa es menuda y por lo tanto cabe por la puerta de una perrita mediana, y yo soy un mastodonte y jamás hubiera podido entrar por ahí. Pero en cambio, si el centro neurálgico del cuento estuviera en nuestra relación, nuestra psicología o nuestro papel como padres, no sería estrictamente necesario describirnos físicamente.