Eterno Retorno

Sunday, July 21, 2019

¿Cómo percibe usted el estado actual de la literatura tijuanense? ¿Cuáles son los autores contemporáneos más destacados? La literatura tijuanense es como la ciudad y lo que me gusta de Tijuana es su permanente vocación por el desafío, por pelear la contra, por romperle los dientes al engranaje de lo ordinario. Hay ciertas banderas solitarias levantadas por agricultores del mar y escultores de hielo en el desierto que me hacen tenerle fe a esta ciudad. A Tijuana la hace grande su gente, o más bien dicho algunos esfuerzos individuales con cara de utopía que saben remar cuando las aguas están picadas. Tijuana es un mosaico multicultural, un laboratorio de otredades. Te pongo un ejemplo por mencionar a tres autores contemporáneos que están muy activos actualmente: Joel Flores es un escritor tijuanense nacido en Zacatecas, Hilario Peña es un escritor tijuanense nacido en Mazatlán y Juan José Luna es un escritor tijuanense nacido en Nayarit. Los tres vinieron de fuera y sin embargo, cada uno en su estilo, está marcado por Tijuana. Lo que los hace más tijuanenses es que son migrantes y llegaron a esta ciudad en plan de aventureros y eso se refleja en su narrativa. Yo soy un tijuanense nacido en Monterrey y sin embargo puedo decirte que las calles de Tijuana son mi escuela y mi inspiración. Sin ellas, tal vez yo no sería escritor o escribiría algo radicalmente distinto. Aquí conviven muchas generaciones y estilos. Por una parte una cofradía de poetas muy sólidos que han sido inspiración para varias generaciones como Roberto Castillo, Víctor Soto Ferrel, Luis Cortés Bargalló, Francisco Morales o Raúl Rincón, quien nos acaba de dejar hace pocos meses. Si hablamos de narrativa, yo te puedo decir que Federico Campbell es para mí alguien que me ha marcado el camino e influido de manera determinante en mi trabajo. Tenemos de regreso en la ciudad a Luis Humberto Crosthwaite, que significa un punto de inflexión y una piedra angular Imposible concebir la narrativa tijuanense y fronteriza sin leerlo. Tenemos a Rosina Conde, que es una narradora extraordinaria quien ha sido influencia para varias generaciones La frontera entre milenios encarna en la narrativa de Rafa Saavedra y Heriberto Yépez. Tuvimos a Regina Swain que nos dejó hace poco y tenemos al excéntrico de excéntricos que es Javier Fernández. Y bueno, una cofradía de jóvenes de lo más inquietos. Tan solo este año tuve la fortuna de presentar a dos muy interesantes como son Josué Camacho y Sergio Urista, por mencionar solo dos cuyo trabajo conozco, pero hay muchísimos más. Siempre es injusto mencionar nombres, pues estoy omitiendo demasiados.