Eterno Retorno

Thursday, June 20, 2019

1- Cuando Rafael “el Chivo” Leonidas Trujillo quería crucificar políticamente a alguno de sus ministros, simplemente mandaba a sus columnistas y testaferros a calumniarlo, ridiculizarlo y exponerlo ante la opinión pública como un indeseable. En teoría el dictador dominicano no movía un dedo ni se manchaba las manos. Simplemente dejaba que sus tinteros y locutores hicieran el trabajo sucio para que fuera el “pueblo bueno” quien repudiara al caído en desgracia e hiciera leña con él hasta que su impopularidad fuera tal, que a Trujillo no le quedaba más remedio que cortarle la cabeza. Eso es lo que le sucede en La fiesta del Chivo al papá de Urania Cabral. 2- El que quiera entender que entienda: las campañas negras nunca brotan espontáneamente. Hoy el caído en desgracia, el árbol del que se quiere hacer leña, son los becarios culturales. Los perros de caza encargados de hacer el trabajo sucio son San Juana, Jesusa y una legión de paleros menores. Millones de mexicanos ni siquiera tienen (o tenían) idea de la existencia de esas becas. Hoy ya lo saben y Notimex se encargará de que el “pueblo bueno” odie a los becarios. El inocente pópulo, armado de picas y antorchas, pedirá lapidación y hoguera contra los parásitos chupasangre y el magnánimo patriarca, siempre atento a la voz de las masas, procederá en consecuencia. 3- En teoría yo tendría razones para ponerme del lado de los detractores. Después de todo soy un marginado del sistema cultural. Ni un centavo partido por la mitad he obtenido de becas. Lo mío son los premios, que según yo tienen más mérito. Yo escribo libros, no proyectos de becario. Pese a ello, defiendo la permanencia del Sistema Nacional de Creadores. Sin embargo, creo que este sistema debe regirse por normas de transparencia propias de una licitación pública, como si estuvieras concursando una obra con constructoras. Que en una página puedan consultarse todos los proyectos (los aprobados y los rechazados), que los jurados procedan de acuerdo a un puntaje técnico previamente establecido, que su deliberación sea pública y se trasmita en vivo, poner fin o límite a los becarios eternos. Esas son y han sido mis propuestas, mucho antes de este sainete. 4- Al menos tengo mi conciencia tranquila de hoy y siempre haber votado contra el populismo. En 2006 y en 2018. Conmigo no hay confusiones, dobleces ni medias tintas. Ayer y hoy orgullosamente anti-chairo y en mi trinchera me mantengo, pero creo recordar que más del 85% de mis colegas del mundo cultural y de las letras que hoy vociferan y se rasgan las vestiduras, yacían embobados por una ridícula perorata propia de pastor cristiano. También los escuché hablar de votar por un cambio necesario e impostergable para el país y bueno, aquí lo tienen. Este es el resultado de su voto. ¿Mierda es lo que querían? Mierda es lo que tienen amiguitos. Muy feo se siente equivocarse y que les vean la cara de pendejos. Sad but true. Disfruten su cuarta colegas. Mi conciencia está en paz.