Los monitos de plastilina cuyo acento degeneraba del pijo español al fresa regio. Supongo, sin conceder, que anunciaban un carro, o unas llantas o algo relacionado con la alta calidad y la estabilidad de un viaje en un vehículo confiable, pero aquellos gnomos ridículos usaban la marca equivocada. Quedaban tirados o acaso volcados y entonces brotaba su perorata minión con acento de youtuber madrileño que de inmediato mutaba en paseante del ángel de Garza Sada. Regios risibles e insoportables (y hacia ellos me dirijo ahora mismo, espeté desde una mal surtida librería antes de tomar ruta rumbo al aeropuerto con mis calcetines de colores arrastrándose percudidos por la calle corriente, donde yacía en plan pordiosero, proclamando las delicias de la medicante elegancia).
Saturday, April 06, 2019
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