Eterno Retorno

Tuesday, October 04, 2016

Los bardos irrumpieron en la noche californiana y yo atravesé el espejo hacia un universo donde moran elfos, hechiceras, reyes y dragones. Veinte años transcurrieron y finalmente se me concedió ver por vez primera a Blind Guardian. De las bandas que conforman el soundtrack de mi vida diaria es la que más deseaba ver vivo, pues por una suerte de mal embrujo, con ellos todo quedaba siempre en un ya merito. Hace exactamente dos décadas, en el otoño de 1996, estuve a unas horas de alcanzar a ver a los bardos. Ocurrió en San Sebastián a donde llegué cuando el concierto ya había acabado. Seis años después el Guardián anunció su primera gira por los Estados Unidos y San Diego era la penúltima fecha. 14 de diciembre de 2002. Con mi acreditación de prensa en la mano me disponía agarrar camino rumbo a la ciudad vecina cuando repentinamente se anunció la cancelación definitiva unas horas antes. Al parecer un accidente en la carretera dañó parte del equipo. Pasaron cuatro años y el Guardián repuso la visita a tierra sandieguina en noviembre de 2006, pero Carolina y yo estábamos de viaje al otro extremo del continente. Diez largos años pasaron sin que los alemanes se volvieran a dar la vuelta por rumbos californianos hasta que la noche del domingo, contra todos los pronósticos, se rompió el hechizo. Velada de metal teutónico en Northpark, pues como abridores tuvimos a los veteranazos Grave Digger. Momento particularmente épico fue Rebellion (The clans are marching). Una banda que brilla con luz propia sin duda. Lo de Blind Guardian fue realmente un viaje a través la literatura fantástica, un paseo por tierras élficas, un galopar por los libros de caballería. El disco Imaginations from the Other Side, que cumple 20 años y tocaron completito, es un homenaje a la fantasía, a lo que significa atravesar el espejo como Alicia y atreverte a perderte en otro mundo. Si no has escuchado The Bard Song quiero decirte que te has perdido de algo en esta vida. Pocas canciones me patean tan fuerte en el interior. El coro con Valhala y Nightfall fue digno de guerreros bebiendo hidromiel y así, como no queriendo mucho la cosa, recordé que mucho antes del periodismo y las dosis de realidad a rajatabla yo me hablaba de tu con los duendes.