Bitácora de una muerte por Broncoaspiración
1- La muerte por broncoaspiración suele presentarse cuando alguien inconsciente (generalmente borracho o drogado) se ahoga en su propio vómito. Las mafias partidistas y la telebasura no fueron conscientes de su propia podredumbre ni fueron capaces de percibir su hedor a muerto. Ayer se ahogaron en sus vómitos y broncoaspiraron.
2- Sí, lo confieso: estoy muy contento por lo sucedido en Nuevo León. Es la única alegría que la política mexicana me ha traído en muchísimos años. No por el triunfo de Jaime Rodríguez, sino por comprobar que la calle es capaz no solo de derrotar, sino de arrasar a una mafia con todo el dinero y las mañas para perpetuarse en el poder. Es el triunfo de la calle, de la dignidad, pero también del buen periodismo. Felicidades a mis colegas de El Norte. He vuelto a tener fe.
3- El que quiera entender que entienda. Si después de lo sucedido en Nuevo León el imperio de la telebasura se aferra a seguir apostado por la misma fórmula, se va a llevar una sorpresa en 2018. Nos la hicieron en 2012, pero dudo mucho que puedan volverlo a hacer dentro de tres años.
4- Uno de mis libros de cabecera en los 90, influencia fundamental para escribir Réquiem por Gutenberg, fue Homo Videns de Giovanni Sartori. El triunfo de EPN en 2012 fue la apoteosis de la sociedad teledirigida, pero hoy empiezo a verlo como su canto de cisne. Sartori escribió hace dos décadas que la televisión sería omnipotente y que internet fungiría tan solo como un satélite para sectores especializados. Se equivocó el gurú italiano. La tele ha sido herida de muerte por el gran ágora de las redes sociales. No es la panacea por supuesto, pues sobra la ignorancia por estos rumbos, pero al menos internet es una plaza pública y no una monarquía absoluta.
5- Jaime Rodríguez debe gobernar con austeridad, humildad y convertir a Fernando Elizondo en mariscal de campo de su equipo. Debe erradicar en su primer día de gobierno esa basura de Monterrey VI y tener un manejo inteligente de la usurera deuda. Vaya reto el que le espera y anticipo mil y un tropezones, pero al menos arranca con capital político.
6- Por el bien de nuestras finanzas y por el bien de los medios de comunicación, en verdad deseo que Rodríguez Calderón cumpla con no darle un centavo más a las televisoras. Es inmoral y debería ser ilegal derrochar nuestros pocos recursos en presumir en la tele las obras que también con nuestro dinero hiciste y que además estás obligado a hacer. La publicidad institucional se debe limitar a cuestiones utilitarias (información de convocatorias, plazos para trámites o contingencias por desastres naturales).
7- Por cultura de la legalidad y por salud emocional, el nuevo gobierno debe tomarse muy en serio y analizar a fondo la mejor ruta procesal penal para llevar a la cárcel a Rodrigo Medina y a su padre. No es una vendetta, sino un mensaje muy sano y necesario para millones de mexicanos. Si me robaste y abusaste de mi confianza, lo vas a pagar tarde o temprano. No hay que esperar al karma; para eso existe la cárcel. Nada de borrón y cuenta nueva. Sin olvido y sin perdón a los ladrones.