De la jornada electoral rescato el follaje de los árboles bajo cuya sombra se suele instalar la casilla donde acudo a votar. Destaco también el haber cumplido dos décadas de ejercer mi derecho ciudadano, si es que de algo ha servido. Sufragué por vez primera en agosto de 1994 y en aquel entonces mi voto fue para Cuauhtémoc Cárdenas. En 2012 debí hacer siete horas y media de fila bajo la lluvia en una casilla especial en Coyoacán para darle mi voto a Josefina Vázquez Mota. En 2013 sufragué bajo este mismo árbol y creo que con mi voto por quien hoy es gobernador de BC me disparé en el pie y en la cabeza (aunque para ser franco tampoco esperaba nada). Hoy me bastaron menos de dos minutos para llegar, entregar mi credencial y escribir PROTESTA CIUDADANO HARTO. Fue lo más honesto que pude hacer. Bajo ninguna circunstancia hubiera votado por cualquiera de las dos candidatas que tienen posibilidades de ganar en mi distrito. Najla me parece una mujer inteligente, pero fuera quien fuera el candidato no podría darle un voto a su partido, que es la mayor estafa parida por nuestro prostituido sistema electoral. Los mexicanos debemos combatir al verde como quien lucha contra la más dañina bacteria. María Luisa es una candidata bobita, intelectualmente limitada (¿qué carajos podemos esperar de alguien que proclama a Carlos Cuauhtémoc su autor favorito?) y votar por ella significaría hacerle el juego a un gobierno estatal deficiente. Mónica Vega es luchona y echada para adelante, pero la postula un partido de cristianos evangélicos y sucede que ante mí, un merolico de citas bíblicas y un vendedor de droga son exactamente lo mismo. Estuve muy cerca de votar por Patricia Ramírez (confieso que me encantó que se refiriera al arzobispo de Tijuana como el señor de las faldas) pero al final opté por hacer constar mi hartazgo.
Pero bueno, no todo es malo. Además del follaje del árbol, lo mejor de este 7 de junio ha ocurrido en Nuevo León donde aparentemente Jaime Rodríguez ha triunfado, lo que resulta ser la única buena noticia en un mar de oscuridad. Insisto: no me emociona ni me seduce el personaje de “el Bronco”, pero sí me pone muy contento comprobar que la calle y las redes sociales sean capaces de desafiar y derrotar a una mafia tan nociva como la que controla Nuevo León. Caray, no solamente era enfrentarse al dinero y el poder de una cueva de ladrones como la regenteada por Rodrigo Medina, sino combatir a una inmisericorde guerra sucia orquestada por los medios que impulsaron a Ivonne, una candidata que representa un insulto a la historia de mi estado natal. Ojalá Jaime Rodríguez se apoye en verdad en Fernando Elizondo y sea capaz de gobernar con pluralidad y sobre todo, con humildad. Insisto, más allá del triunfo del Bronco, me ilusiona la idea de que en Baja California y en otros estados podamos impulsar candidaturas independientes en el futuro inmediato. Vaya, si esta noche he de pedir un deseo, desearía estar en 2016 bajo ese mismo árbol votando por un buen candidato independiente a la alcaldía de Tijuana.
Sunday, June 07, 2015
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