La historia permanece oculta en alguna profundidad. Es una larva, pura y vil fase embrionaria, pero la historia está ahí, sabes que está ahí, como acaso hay esculturas ocultas dentro de la más burda piedra. Habrá también un limbo a donde vayan los pensamientos nunca transformados en narrativa, los relatos que pudieron haber sido. ¿Cómo sacar a la bestia de los abismos? ¿Se le alinean los astros? ¿Se crean las condiciones adecuadas? Por el bulevar de las historias no escritas, tapizado con los pétalos secos de mil mañanas deshojadas. Pecho amarillo me ha dejado plantado y el duende escritural es un calienta huevos.
Luz y silencio de febrero. La absoluta quietud del lunes constitucional donde nada se mueve. Teatro de las sombras y presagios de febrero. La altamar de una vida en giros. Pecho amarillo no hace su arribo, muros y cortinas surcados por líneas verticales.
Intuí por un instante la muerte burocrática. La muerte monserga que irrumpe, como el final de las vacaciones. Cuando el azul del cielo tiene cara de estepa inmaculada. Estepa inabarcable rumbo al desbarrancadero del futuro inmediato.
Tuesday, February 03, 2015
<< Home