¿Cómo se llama el limbo donde yacen los sueños apenas intuidos? Sí, posiblemente soñé algo pero el vestigio no pudo arribar siquiera a la mentirosa superficie de la duermevela. ¿Hay un archivo muerto para los sueños olvidados? ¿Un lugar donde se vayan amontonando esas mil y un historias de viajes y derrumbes que acaban en Río San Juan 103? ¿Cómo carajos los invoco? ¿Hay un Google map para el subconsciente?
La historia permanece oculta en alguna profundidad. Es una larva, pura y vil fase embrionaria, pero la historia está ahí, sabes que está ahí, como acaso hay esculturas ocultas dentro de la más burda piedra. Habrá también un limbo a donde vayan los pensamientos nunca transformados en narrativa, los relatos que pudieron haber sido. ¿Cómo sacar a la bestia de los abismos? ¿Se le alinean los astros? ¿Se crean las condiciones adecuadas? Por el bulevar de las historias no escritas, tapizado con los pétalos secos de mil mañanas deshojadas. Pecho amarillo me ha dejado plantado y el duende escritural es un calienta huevos.
Thursday, January 29, 2015
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