Mito: El 14 de julio de 1789 el pueblo francés, harto del despotismo imperial, acabó para siempre con el antiguo régimen tomando la Bastilla, en cuyos calabozos yacían presos políticos y opositores al rey. Según cierta corriente historiográfica, con la caída de esta siniestra prisión, símbolo de la opresión absolutista, acabó la Edad Moderna para dar paso a la Edad Contemporánea, en la que según ellos, aún vivimos. Heroicas damas francesas de pecho desnudo y cabello al aire, agitando banderas azul, blanco y rojo mientras entonan La Marsellesa y avanzan sobre La Bastilla, fueron inmortalizadas en los cuadros de Delacroix.
Realidad: El 14 de julio de 1789 pasaron cosas harto distintas. Un horda de harapientos procedentes de las barriadas comenzó a saquear comercios y en su furor, asaltó La Bastilla pensando que ahí habría suficiente carbón, mismo que escaseaba. Esta horda no pensaba liberar presos políticos ni tenía el mínimo interés en ello. Por lo demás, en la Bastilla no había ninguno ese día. Cierto es que en la Bastilla estuvo algún día recluido Voltaire y el enigmático Hombre de la Máscara de Hierro. También es cierto que hasta una semana antes, estuvo en la Bastilla el mismísimo Donatien Alphonse, el Divino Marqués de Sade, pero lo cierto es que el 14 de julio, había apenas siete presos en la Bastilla, ladronzuelos, locos y violadores, pero no revolucionarios ni pensadores ilustrados. Por lo demás, ese día no le cortaron la cabeza a ningún rey ni cayó el antiguo régimen, pues Luis XVI, al volver a Versalles luego de una cacería, apuntó en su diario: "Nada". DSB
Monday, July 15, 2013
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