Eterno Retorno

Sunday, March 25, 2012



El asesinato de Luis Donaldo Colosio ha cumplido su mayoría de edad como fecha histórica. En un abrir y cerrar de ojos han pasado 18 años del magnicidio que conmocionó a la nación y torció el rumbo del país. La historia parece correr con prisa. Los niños que nacieron en aquel turbulento 1994 de magnicidios, rebelión zapatista y devaluación, emitirán en este 2012 el primer voto de su vida. La generación del 94 estrena sus derechos ciudadanos. Los bebés que vinieron al mundo en el año más conflictivo de la historia reciente, pueden hoy definir el rumbo del país. ¿Cómo ha sido el México en el que ha crecido la generación del 94? ¿Cuál ha sido nuestra evolución en estos 18 años? Cierto, no ha vuelto a haber un magnicidio, pero sí dos muertes de secretarios de Gobernación en accidentes aéreos. No se ha cometido otro asesinato con el impacto histórico del de Lomas Taurinas, pero en estos 18 años se ha derramado muchísima sangre en la guerra contra el narco, el mayor derramamiento desde la época de la Revolución. El PRI que Colosio soñó como un partido plural y democrático perdió la presidencia y doce años después está muy cerca de recuperarla, aunque los ideales colosistas parecen brillar por ausencia, pues el partido que se dice renovado, no ha exiliado al Parque Jurásico de su centro. Los colosistas históricos, los que fueron amigos de Luis Donaldo, hace tiempo que se fueron decepcionados del PRI como fue el caso de Agustín Basave, el primer presidente de la Fundación Colosio o el mismo Luis Colosio Riojas. Mientras tanto, el PRI le sigue sacando renta a su mártir y al menos por un día año las flores en la Plaza de la Unidad y la Esperanza no están marchitas, aunque a partir de mañana la vuelva a cubrir el más absoluto abandono hasta el próximo 23 de marzo.