Eterno Retorno

Thursday, April 08, 2010

Iker cumple cuatro meses este día. Su mundo poco a poco se llena de rostros que reconoce, de voces que identifica, de cosas que puede agarrar en sus manitas y que supongo son muy sabrosas, pues siempre se las lleva a la boca. Iker saborea el mundo y descubre que aparte de la leche materna, hay un poco de platanito. También demuestra que sabe ser un niño serio en el portabebé si su madre va conduciendo sola con él por la carretera. Sus oídos identifican El día especial y el Hoky Poky, pero en su caso no es todo lo que hay que hacer, pues cada vez exige entretenimientos más variados. Cuatro meses y contando. Este Conejito tiene prisa por crecer.


El día se acerca y la guerra de nervios es insoportable. Lo peor es no poder sufragar y tener que ser mero espectador de este drama en donde sólo me queda aportar toda mi fe en que la Tijuana en Positivo es posible.

Algo respiré ayer por la tarde. Sentí el momento preciso en que entraba a mi nariz. No era un olor, ni un gas, pero era un algo fantasmal y maldito que sentí entrar a mi organismo. Nada del otro mundo, pero la salud me ha traicionado este jueves.

Ser adulto significa, ante todo, ser un hipócrita. Perfeccionar al nivel de obra maestra el complicado arte de quedar bien con todo mundo. Aceptar alguna dosis de mierda sin enojarse demasiado y aprender a negociar. Si algo me queda claro, es que el que se enoja pierde.

A estas alturas de la vida ¿Alguien duda que Messi es el mejor jugador de este planeta? Llevo casi un cuarto de siglo viendo futbol todos los días y les juro que desde Maradona no veía a una deidad bajar al campo de juego.