Misterios
Son las cosas incomprensibles y sus infinitos misterios lo que vuelve fascinante esta vida. Hay temas o aspectos en los que no importa cuánta experiencia creas tener, pues al final siempre te reservarán una sorpresa.
Las mujeres, la línea para cruzar a San Diego, el futbol, siempre serán impredecibles. Por más que creas conocer a una mujer, nunca perderá su capacidad de sorprenderte y siempre esconderá dentro de ella un misterio (por algo son mujeres). Por más años que hayas vivido en Tijuana, nunca podrás atinar a predecir cuántos carros habrá haciendo fila para cruzar la frontera y por más partidos de futbol que hayas visto en tu vida, jamás podrás pronosticar objetivamente cómo jugará un equipo.
A este último aspecto quiero referirme. ¿Cómo explicar la caída de Holanda frente a Rusia en la Eurocopa? Cualquiera que haya visto a la Naranja Mecánica aplastar a italianos y franceses, habría afirmado con todas las tablas de la lógica y la razón que los Tulipanes llegarían sin problemas a la final y cualquiera que haya visto la miseria futbolística de los eslavos frente a españoles y griegos habría pronosticado una inmediata eliminación. Pero la armada zarista exprimió cada gajo de la naranja. Dentro de los terrenos sorprendentes pero lógicos podría haberse pensado en un triunfo de Rusia con un gol fortuito, con todo el camión tirado a defender su portería y seis balones al poste de Holanda, pero no. Los rusos dominaron de pe a pa los 120 minutos y los holandeses se vieron sosos, acartonados, vacíos de ideas.
Pero aunque la lógica no imperó en Holanda vs Rusia, tuve la plena seguridad de que nada, ni los dioses, ni la magia, ni Villa, ni el Niño Torres, podrían torcer el destino trágico de España frente a los italianos. Parecía el guión de una tragedia de Sófocles. La fecha, el rival, las circunstancias dejaban a la Furia Roja condenada de antemano a morir. España, bellos juegos en primeras rondas, eternas promesas de niños prodigio y equipos de ensueño que a la hora definitiva les fallan las piernas (España ha perdido más series de penales que México) Italia en cambio es la historia de horrendas primeras rondas, de calificaciones de panzazo, de marrullerías defensivas, patadas arteras y contragolpes letales capaces de llevarte a la gloria. España juega, Italia gana. Sentimentalmente yo deseaba el triunfo ibérico, pero mi razón y mi lógica cartesiana me hicieron ver que los italianos se saldrían con la suya pasara lo que pasara. Sólo una cosa fue capaz de torcer el destino trágico de España y modificar 88 años de historia trágica frente a Italia. ¿Saben cuál fue la clave que cambió el destino para España? Que se me ocurrió apostar una botella de vino con un buen amigo. Yo, creyéndome dueño de la lógica, aposté que Italia ganaría. Bastó que yo hiciera eso para que los españoles se acordarán de cómo tirar penales y Casillas se vistiera de héroe. Iker me mandó a buscar una buena botella, pues mi amigo no se conformará con cualquier cosa ¿Un vino español será lo adecuado para la ocasión?
En cualquier caso, ya no me animo a predecir ni apostar nada. Hace cuatro años, gané un muy buen dinero cuando en una quiniela todos se burlaron de mí cuando me tocó Grecia. Ahora prefiero no pronosticar nada. La lógica dice que es España vs Alemania y que el espíritu germánico siempre es más fuerte, pero ya tampoco me sorprendería ver Turquía vs Rusia.
PD- Aunque de la Eurocopa no me he perdido un solo juego, no ví ni tuve mas mínimas ganas de ver el México vs Belice. Sin embargo, por un momento me sorprendí al descubrir los enormes deseos que tenía de ver a los beliceños sacándonos el partido y ganándonos 3-0. ¿Se imaginan? ¿Eliminados del Mundial con dos años de anticipación? ¿Cuántos millones de dólares perdería Televisa? ¿Con qué entretendrían en los próximos seis años a ese ejército de patrioteros adictos a la derrota?
PD- Hay cosas impredecibles, ya lo he dicho. Por desgracia, hay otras que son odiosamente ordinarias, predecibles y carentes de toda sorpresa: La política y el periodismo político, hijos de Sísifo al fín.
Son las cosas incomprensibles y sus infinitos misterios lo que vuelve fascinante esta vida. Hay temas o aspectos en los que no importa cuánta experiencia creas tener, pues al final siempre te reservarán una sorpresa.
Las mujeres, la línea para cruzar a San Diego, el futbol, siempre serán impredecibles. Por más que creas conocer a una mujer, nunca perderá su capacidad de sorprenderte y siempre esconderá dentro de ella un misterio (por algo son mujeres). Por más años que hayas vivido en Tijuana, nunca podrás atinar a predecir cuántos carros habrá haciendo fila para cruzar la frontera y por más partidos de futbol que hayas visto en tu vida, jamás podrás pronosticar objetivamente cómo jugará un equipo.
A este último aspecto quiero referirme. ¿Cómo explicar la caída de Holanda frente a Rusia en la Eurocopa? Cualquiera que haya visto a la Naranja Mecánica aplastar a italianos y franceses, habría afirmado con todas las tablas de la lógica y la razón que los Tulipanes llegarían sin problemas a la final y cualquiera que haya visto la miseria futbolística de los eslavos frente a españoles y griegos habría pronosticado una inmediata eliminación. Pero la armada zarista exprimió cada gajo de la naranja. Dentro de los terrenos sorprendentes pero lógicos podría haberse pensado en un triunfo de Rusia con un gol fortuito, con todo el camión tirado a defender su portería y seis balones al poste de Holanda, pero no. Los rusos dominaron de pe a pa los 120 minutos y los holandeses se vieron sosos, acartonados, vacíos de ideas.
Pero aunque la lógica no imperó en Holanda vs Rusia, tuve la plena seguridad de que nada, ni los dioses, ni la magia, ni Villa, ni el Niño Torres, podrían torcer el destino trágico de España frente a los italianos. Parecía el guión de una tragedia de Sófocles. La fecha, el rival, las circunstancias dejaban a la Furia Roja condenada de antemano a morir. España, bellos juegos en primeras rondas, eternas promesas de niños prodigio y equipos de ensueño que a la hora definitiva les fallan las piernas (España ha perdido más series de penales que México) Italia en cambio es la historia de horrendas primeras rondas, de calificaciones de panzazo, de marrullerías defensivas, patadas arteras y contragolpes letales capaces de llevarte a la gloria. España juega, Italia gana. Sentimentalmente yo deseaba el triunfo ibérico, pero mi razón y mi lógica cartesiana me hicieron ver que los italianos se saldrían con la suya pasara lo que pasara. Sólo una cosa fue capaz de torcer el destino trágico de España y modificar 88 años de historia trágica frente a Italia. ¿Saben cuál fue la clave que cambió el destino para España? Que se me ocurrió apostar una botella de vino con un buen amigo. Yo, creyéndome dueño de la lógica, aposté que Italia ganaría. Bastó que yo hiciera eso para que los españoles se acordarán de cómo tirar penales y Casillas se vistiera de héroe. Iker me mandó a buscar una buena botella, pues mi amigo no se conformará con cualquier cosa ¿Un vino español será lo adecuado para la ocasión?
En cualquier caso, ya no me animo a predecir ni apostar nada. Hace cuatro años, gané un muy buen dinero cuando en una quiniela todos se burlaron de mí cuando me tocó Grecia. Ahora prefiero no pronosticar nada. La lógica dice que es España vs Alemania y que el espíritu germánico siempre es más fuerte, pero ya tampoco me sorprendería ver Turquía vs Rusia.
PD- Aunque de la Eurocopa no me he perdido un solo juego, no ví ni tuve mas mínimas ganas de ver el México vs Belice. Sin embargo, por un momento me sorprendí al descubrir los enormes deseos que tenía de ver a los beliceños sacándonos el partido y ganándonos 3-0. ¿Se imaginan? ¿Eliminados del Mundial con dos años de anticipación? ¿Cuántos millones de dólares perdería Televisa? ¿Con qué entretendrían en los próximos seis años a ese ejército de patrioteros adictos a la derrota?
PD- Hay cosas impredecibles, ya lo he dicho. Por desgracia, hay otras que son odiosamente ordinarias, predecibles y carentes de toda sorpresa: La política y el periodismo político, hijos de Sísifo al fín.