Esperando a la Albiceleste
No recuerdo un junio tan invernal como este. Llueve, una lluviecita fría y madreadora cae sobre el estadio Qualcomm. Estoy en el mismísimo palco de prensa del estadio. Falta una hora y media para que México y Argentina salten a la cancha. Las gradas poco a poco empiezan a llenarse. Lo más hermoso de todo esto, es que hasta hoy al medio día aún pensaba que no podría acudir a este partido. Ayer sólo quedaban boletos de 100 y 300 dólares. Me había resignado a verlo por tele, pero a veces mi Dios pagano y mis buenos amigos están de mi parte y de última hora cae el milagro del cielo. Lugar de lujo en palco de prensa. Puedo afirmar que desde 1999 hasta hoy no me he perdido un solo juego del tricolor en este estadio, aunque he de confesar que esta noche la selección de mi país es lo que menos me importa. A veces me saco el trébol de cuatro hojas. Argentina es para mí en futbol lo que Iron Maiden es en la música. Desde el Mundial 86 quedé hechizado por la albiceleste y he sido su más fiel seguidor en todos los mundiales. No vengo vestido con ninguna camiseta, pues vengo de formal traje, aunque por azares del destino y sin planearlo, el traje que traigo puesto lo compré en Avenida Callao en Buenos Aires y es tela 100% rioplatense. Aquí hay mitad prensa argentina y mitad prensa mexicana. Quique Wolf está a tres lugares de mí. Si hubiera bajado a las gradas ya me imagino la reacción de los paisas al verme gritar el golazo de Messi. Puedes llamarme traidor a la patria, pero en estos partidos mi corazón se pinta de azul, blanco y le brilla un Sol en medio.
PD-Eterno Retorno apoya y respalda absolutamente la designación de Sven Goran Eriksson para el tricolor, un técnico nativo de Goteborg, la tierra donde se hace el mejor death metal del mundo. Cállense el hocico patrioteros de mierda. Tú puedes Sven.
No recuerdo un junio tan invernal como este. Llueve, una lluviecita fría y madreadora cae sobre el estadio Qualcomm. Estoy en el mismísimo palco de prensa del estadio. Falta una hora y media para que México y Argentina salten a la cancha. Las gradas poco a poco empiezan a llenarse. Lo más hermoso de todo esto, es que hasta hoy al medio día aún pensaba que no podría acudir a este partido. Ayer sólo quedaban boletos de 100 y 300 dólares. Me había resignado a verlo por tele, pero a veces mi Dios pagano y mis buenos amigos están de mi parte y de última hora cae el milagro del cielo. Lugar de lujo en palco de prensa. Puedo afirmar que desde 1999 hasta hoy no me he perdido un solo juego del tricolor en este estadio, aunque he de confesar que esta noche la selección de mi país es lo que menos me importa. A veces me saco el trébol de cuatro hojas. Argentina es para mí en futbol lo que Iron Maiden es en la música. Desde el Mundial 86 quedé hechizado por la albiceleste y he sido su más fiel seguidor en todos los mundiales. No vengo vestido con ninguna camiseta, pues vengo de formal traje, aunque por azares del destino y sin planearlo, el traje que traigo puesto lo compré en Avenida Callao en Buenos Aires y es tela 100% rioplatense. Aquí hay mitad prensa argentina y mitad prensa mexicana. Quique Wolf está a tres lugares de mí. Si hubiera bajado a las gradas ya me imagino la reacción de los paisas al verme gritar el golazo de Messi. Puedes llamarme traidor a la patria, pero en estos partidos mi corazón se pinta de azul, blanco y le brilla un Sol en medio.
PD-Eterno Retorno apoya y respalda absolutamente la designación de Sven Goran Eriksson para el tricolor, un técnico nativo de Goteborg, la tierra donde se hace el mejor death metal del mundo. Cállense el hocico patrioteros de mierda. Tú puedes Sven.