Eterno Retorno

Friday, July 14, 2006

Vive la Revolution

Las revoluciones empiezan por ser orgasmos sociales y acaban por transformarse en un negocio redondo, un revuelto río que es ganancia de algunos pescadores oportunistas. Más tarde, los pintores las inmortalizan como símbolos y la humanidad las celebra como fechas patrias.

Hoy Francia y el Mundo entero celebran la Revolución y el final del Antiguo Régimen. Pero... ¿Qué carajos pasó el 14 de julio? Delacroix nos pinta la romántica imagen del pueblo francés tomando la Bastilla.

Hordas proletarias arrasando la tenebrosa prisión, emblema del despotismo imperial y proclamando el triunfo del pueblo. Pero el 14 de julio de 1789, Luis XVI ni siquiera se enteró que ese día, según los historiadores, marcó el final de la monarquía absoluta. Luisito Capeto se fue a cazar como era su costumbre y cuando regresó por la noche a Versalles, anotó en su diario: Nada.

Por lo demás, el lumpen tomó la bastilla no con afán de liberar presos políticos, que por lo demás no los había, sino para tratar de robar raciones de carbón que suponía había ahí dentro.

La prisión, que alguna vez tuvo como huésped a Voltaire, al mítico Hombre de la Máscara de Hierro y al mismísimo Marqués de Sade (trasladado sólo dos semanas antes de la toma) no tenía un solo preso político ese 14 de julio. Sólo siete delincuentes de poca monta, algunos privados de sus facultades mentales.

Por cierto, tampoco Porfirio Díaz se enteró de las miserables e intrascendentes escaramuzas de Ojinaga y San Andrés que se registraron el 20 de noviembre de 1910.

Y hoy en día ¿Estaremos a las puertas de la guerra civil en México?

Un partido de ensueño

Tigres vs Boca Juniors en San Nicolás de los Garza y yo a 3 mil kilómetros de distancia. Las camisetas más bellas del Planeta Futbol chocarán en el pasto sagrado del Volcán.


En mis oídos: Motörhead England, No Sleep At All. Todos los discos de Motörhead son uno solo. Un Rock and Roll crudote, puerco, sucio, aguardientozo. Nunca me canso de escuchar a esta banda y cualquier hora del día y cualquier circunstancia son aptas para disfrutarla, aunque por alguna extraña razón siempre que oigo Motörhead se me antoja un vasote de Jack Daniels bien cargado.