¿Entonces que mi general? Nos vamos entendiendo o quiere seguir en las mismas. A mí se me hace que ya después de estas dos nochecitas ya se le ha ido bajando un poco lo machito. Déjeme le digo que todo este pedo cayó al puro tiro, al centavo mi general y me cae que si usted le canta pues va estar mejor todavía, porque ya sabe, aquí lo que cuenta son nombres, muchos nombres, a lo mejor muchos ya los conocemos pero otros no y uno nunca sabe, ya sabremos nosotros cuales nos pueden ser útiles, digo el chiste es saber bien en que terrenos andamos pisando y quién está con quien, usted sabe mi general que es exactamente lo que queremos, digo ya no se haga pendejo y perdóneme que le hable así pero es que usted mejor que nadie se las arreglaba para hacer que cantaran hasta las piedras que caían en sus manos ¿o a poco no? Y mire que nosotros estamos siendo considerados con usted, digo hace frío y está pinche la celda, pero no le hemos tocado un pelo, en cambio con usted y los de su calaña que Diosito los agarre confesados con las madrizas que les metían. Yo no se porque somos tan considerados con usted, será por lo de los derechos humanos y todo ese pinche rollo de no a la tortura, que usted por cierto se pasaba por los huevos o platíqueme si no como les fue a los pobres diablos que agarraron allá en la sierra de Guerrero cuando anduvo usted por allá. No me va a decir ahora que les respetaron sus garantías y hasta les dejaron tiempo para escribirles cartas a sus mamacitas. Cual mi general, ustedes los quebraron como piñatas, sí eso es del dominio público, usted cree que no se habla de los que tiraron vivos al mar desde los aviones o de los que enterraban cuando todavía estaban pataleando. Digo, ya ni la chingan, tomarse la foto con el Cabañas como si fuera un pinche venado recién cazado. Yo sé, todos tenemos nuestros métodos pero ustedes si que se pasaron de culeros. Y ahora usted se las viene a dar de santa paloma, chingados, eso es lo que me encabrona mi general, eso más que cualquier otra cosa, que usted se pare delante de mí como si fuera un inocentote que no estuviera enterado de que en este mundo existen negocios pesados como el que usted traía. Usted y yo entendemos mucho de esto mi general, no me quiera tratar como un pendejo porque al chile que se me va a agotar la paciencia y en una de esas le voy a copiar los métodos de hacer cantar cabrones a ver si sigue tan armado de huevos. Como le iba diciendo mi general, lo de usted cayó al puro centavo para la certificación, usted es también caca grande, está bien que no tanto como Rebollo pero como quiera pesa, sirve para pararse el cuello, que allá digan que el gobierno federal está haciendo algo, combatiendo la corrupción en las instituciones caiga quien caiga, hasta en el ejercito y aguantando cañonazos a milloncito de dólares, puta, eso sí que habla a toda madre de nosotros como para estar tranquilos un rato, que vean va en serio y si viera los periódicos, ahora sí hablan bien de nosotros además de que la pinche noticia está de lo más escandalosa, como les gusta a ellos: un general del Ejercito Mexicano ofreciendo sobornos por proteger al narcotráfico. Poca madre ¿no?
Friday, March 26, 2004
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