Las armas del alba
Carlos Montemayor
Editorial Joaquín Mortiz-
Por Daniel Salinas Basave
Con relativamente poco esfuerzo, el escritor chihuahuense Carlos Montemayor ha conseguido que más de uno lo ubique como la referencia literaria en materia de guerrilla mexicana.
Montemayor no es por cierto el primero que toma la pluma para escribir sobre las guerrillas de los años setenta, pues ya se han publicado ensayos y crónicas sobre el tema, que por desgracia han tenido poca difusión.
Sin embargo, y con la excepción de La guerra de Galio de Héctor Aguilar Camín, las novelas históricas de Montemayor son las que han tenido mayor difusión.
“Las armas del alma”, su nueva entrega, trata de manera específica sobre el asalto al Cuartel de Madera Chihuahua.
En una época en que escribir sobre la guerrilla no tiene ya nada de subversivo y sí, al menos en el caso de Montemayor, mucho de pretendida nostalgia por unos tiempos que vivió como mero espectador, aparece Guerra en El Paraíso, tal vez la novela más conocida del chihuahuense, que trata sobre la rebelión de Lucio Cabañas en Guerrero.
En vista del éxito obtenido, Montemayor apuesta ahora por indagar en un hecho aún menos documentado que la rebelión guerrerense como es acto de una forma bautismal de la guerrilla en México como es el golpe de Madera.
A 40 años de distancia de esos sucesos, da la impresión de que se ha disertado poco sobre ellos y casi nada se ha escrito sobre los hechos e ideas que motivaron a aquellos hombres, la mayoría estudiantes y profesionistas, a transformarse en guerrilleros.
En un panorama editorial inundado de testimonios, novelas y revelaciones sobre el movimiento estudiantil de 1968 y la matanza de Tlatelolco, aún resulta escasa la bibliografía sobre el caso de Madera y los subsecuentes movimientos.
El chihuahuense repite la fórmula de Guerra en El Paraíso; sus personajes son los protagonistas reales de la guerrilla, pero en sus páginas adoptan una dimensión literaria.
¿Hasta donde se concede licencia a la ficción en la novela histórica? ¿Qué tanta fidelidad se debe guardar a los hechos?
Las armas del alba es ante todo una novela y aunque evidentemente está muy bien documentada, jamás trata de ser una crónica periodística o un ensayo.
También se puede decir que Montemayor concede a los guerrilleros una dimensión casi heroica y no da demasiadas oportunidades de que sea el lector quien juzgue.
Para definir en pocas palabras lo que fue una primera impresión del asalto al cuartel de Madera, tal vez vale la pena leer lo dicho por el comandante Tiburcio Garza Zamora cuando entró en las oficinas de la zona militar en Chihuahua a dar parte a su superior, el general García Abauza.
- ¿Con esas armas querían tomar una guarnición con ciento veinte soldados?
- Así parece, general.
_ ¿Estaban locos? ¿Les urgía morir?
Las palabras del militar parecen ser la bitácora del asalto al cuartel militar de Ciudad Madera el 23 de septiembre de 1965. ¿De verdad tenían urgencia por morir aquellos jóvenes? ¿Cómo es que emprendieron una acción tan temeraria?
Sin embargo, una acción en apariencia suicida y desahuciada se transformó en el símbolo y origen de la guerrilla mexicana de los años setenta.
Con ciertos escarceos con descripciones que recuerdan a la novela de la Revolución y un estilo que tal vez podría dar más, Montemayor nos ofrece un retrato de estos guerrilleros
Una escena de Ramón Mendoza disparando su rifle desde el cerro me hizo inevitablemente recordar a Demetrio Macías, el personaje principal de Los de abajo de Mariano Azuela.
En resumen, Las armas del alma resulta una lectura recomendable para aquellas personas interesadas en conocer un poco más sobre los orígenes de la Liga 23 de septiembre, pero si lo que el lector busca es simplemente el mero placer de una buena novela, hay muchas más opciones en el panorama narrativo actual.
Carlos Montemayor
Editorial Joaquín Mortiz-
Por Daniel Salinas Basave
Con relativamente poco esfuerzo, el escritor chihuahuense Carlos Montemayor ha conseguido que más de uno lo ubique como la referencia literaria en materia de guerrilla mexicana.
Montemayor no es por cierto el primero que toma la pluma para escribir sobre las guerrillas de los años setenta, pues ya se han publicado ensayos y crónicas sobre el tema, que por desgracia han tenido poca difusión.
Sin embargo, y con la excepción de La guerra de Galio de Héctor Aguilar Camín, las novelas históricas de Montemayor son las que han tenido mayor difusión.
“Las armas del alma”, su nueva entrega, trata de manera específica sobre el asalto al Cuartel de Madera Chihuahua.
En una época en que escribir sobre la guerrilla no tiene ya nada de subversivo y sí, al menos en el caso de Montemayor, mucho de pretendida nostalgia por unos tiempos que vivió como mero espectador, aparece Guerra en El Paraíso, tal vez la novela más conocida del chihuahuense, que trata sobre la rebelión de Lucio Cabañas en Guerrero.
En vista del éxito obtenido, Montemayor apuesta ahora por indagar en un hecho aún menos documentado que la rebelión guerrerense como es acto de una forma bautismal de la guerrilla en México como es el golpe de Madera.
A 40 años de distancia de esos sucesos, da la impresión de que se ha disertado poco sobre ellos y casi nada se ha escrito sobre los hechos e ideas que motivaron a aquellos hombres, la mayoría estudiantes y profesionistas, a transformarse en guerrilleros.
En un panorama editorial inundado de testimonios, novelas y revelaciones sobre el movimiento estudiantil de 1968 y la matanza de Tlatelolco, aún resulta escasa la bibliografía sobre el caso de Madera y los subsecuentes movimientos.
El chihuahuense repite la fórmula de Guerra en El Paraíso; sus personajes son los protagonistas reales de la guerrilla, pero en sus páginas adoptan una dimensión literaria.
¿Hasta donde se concede licencia a la ficción en la novela histórica? ¿Qué tanta fidelidad se debe guardar a los hechos?
Las armas del alba es ante todo una novela y aunque evidentemente está muy bien documentada, jamás trata de ser una crónica periodística o un ensayo.
También se puede decir que Montemayor concede a los guerrilleros una dimensión casi heroica y no da demasiadas oportunidades de que sea el lector quien juzgue.
Para definir en pocas palabras lo que fue una primera impresión del asalto al cuartel de Madera, tal vez vale la pena leer lo dicho por el comandante Tiburcio Garza Zamora cuando entró en las oficinas de la zona militar en Chihuahua a dar parte a su superior, el general García Abauza.
- ¿Con esas armas querían tomar una guarnición con ciento veinte soldados?
- Así parece, general.
_ ¿Estaban locos? ¿Les urgía morir?
Las palabras del militar parecen ser la bitácora del asalto al cuartel militar de Ciudad Madera el 23 de septiembre de 1965. ¿De verdad tenían urgencia por morir aquellos jóvenes? ¿Cómo es que emprendieron una acción tan temeraria?
Sin embargo, una acción en apariencia suicida y desahuciada se transformó en el símbolo y origen de la guerrilla mexicana de los años setenta.
Con ciertos escarceos con descripciones que recuerdan a la novela de la Revolución y un estilo que tal vez podría dar más, Montemayor nos ofrece un retrato de estos guerrilleros
Una escena de Ramón Mendoza disparando su rifle desde el cerro me hizo inevitablemente recordar a Demetrio Macías, el personaje principal de Los de abajo de Mariano Azuela.
En resumen, Las armas del alma resulta una lectura recomendable para aquellas personas interesadas en conocer un poco más sobre los orígenes de la Liga 23 de septiembre, pero si lo que el lector busca es simplemente el mero placer de una buena novela, hay muchas más opciones en el panorama narrativo actual.