Eterno Retorno

Monday, February 16, 2004

La expresión pinche tráfico forma parte de lo cotidiano en nuestra Tijuana. El tráfico está simplemente re- cabrón. Con un carro por cada tres habitantes y vialidades más estrechas que la vagina de una virgen, no se puede esperar demasiado. Pero hoy en la mañana el tráfico batió todas las marcas. Todo por culpa del Presidents Day. Digo, a toda madre que vengan los gabachos a pistear y fumar mota. El turismo nos beneficia a todos. Pero eso de que la Avenida Internacional esté atascada no es tan agradable. Hoy pasé más de media hora atascado en dicha vialidad. Posteriormente fui a dejar a Carolina a su trabajo y el retorno por la Vía Lenta fue insufrible. A vuelta de rueda, más de 20 minutos. Cuando finalmente llegué al estacionamiento de Frontera y apagué la nave habían transcurrido una hora y 34 minutos desde el momento en que salí de casa. Más de una hora y media de mi existencia dentro de un artefacto, con las manos colocadas sobre el volante y la punta de la lengua lista para escupir insultos y mentadas a cada cabrón que se te mete al carril impunemente. Una hora y media de estrés y furia, una hora y media en que pude haber caminado por la playa, leído un bello libro, la pasé quemando gasolina, contaminando el ambiente y destilando odio encapsulado en mis neuronas. En el tiempo transcurrido de mi casa al periódico hubiera llegado sin problemas a Ense-nada por la escénica. Definición de moderno: Un perpetuo esclavo del automóvil que ni siquiera tiene derecho a soñar con su liberación.