Montiel entequilado
Vengo retornando de San Diego. Fuimos a la UCSD solo para ver a Arturo Montiel y Jeffrey Davidow beber tequila en el Instituto de las Americas. Lo peor es que me ganó el profesionalismo laboral y no me tomé ni un pinche vasito de tequila y eso que lo había a raudales. Lo mejor de todo: La esposa de Montiel.
Batazo a la fiscal
Como periodista soy imparcial y me limito a emitir una opinión seria y profesional. Como ciudadano mexicano, no puedo ocultarlo y en el blog soy un simple ciudadano con derecho a expresarse: Estoy feliz por el rechazo a la reforma fiscal. Estoy feliz de ver la cara triste de Fox en las páginas electrónicas de todos los periódicos. Esa estúpida medida recaudatoria, centavera, propia de empresarios que en su vida han ido a acostar sin haber cenado, le hubiera partido el hocico y el culo a la cartera de millones de familias mexicanas como la mía. Estoy contento esta noche, como lo estaré en el 2006 cuando la peste azul sea echada a patadas de Los Pinos y sea recordada como una jodida pesadilla sexenal (¿sexo anal?) en nuestra historia.
Vengo retornando de San Diego. Fuimos a la UCSD solo para ver a Arturo Montiel y Jeffrey Davidow beber tequila en el Instituto de las Americas. Lo peor es que me ganó el profesionalismo laboral y no me tomé ni un pinche vasito de tequila y eso que lo había a raudales. Lo mejor de todo: La esposa de Montiel.
Batazo a la fiscal
Como periodista soy imparcial y me limito a emitir una opinión seria y profesional. Como ciudadano mexicano, no puedo ocultarlo y en el blog soy un simple ciudadano con derecho a expresarse: Estoy feliz por el rechazo a la reforma fiscal. Estoy feliz de ver la cara triste de Fox en las páginas electrónicas de todos los periódicos. Esa estúpida medida recaudatoria, centavera, propia de empresarios que en su vida han ido a acostar sin haber cenado, le hubiera partido el hocico y el culo a la cartera de millones de familias mexicanas como la mía. Estoy contento esta noche, como lo estaré en el 2006 cuando la peste azul sea echada a patadas de Los Pinos y sea recordada como una jodida pesadilla sexenal (¿sexo anal?) en nuestra historia.