Cerati, un buen peor es nada
No estaba en mis planes, pero compré boletos para ver a Gustavo Cerati. Ahora sí que las cosas se dieron. Pasaba yo por el Auditorio, vi el letrero, pregunté el precio, no se me hizo caro, a una cuadra de ahí había un banco y la reunión de toda esta serie de factores matemáticos y supuestos jurídicos, dio como resultado que me animara a comprar un par de boletukos.
No soy fan de Cerati. No me hubiera desvivido por ir a verlo. En el Cosmos del Rock Argentino se me hace una figura muy por abajo no solo de Charly García (quien es el Zeus no solo del Olimpo pampero sino de todo el rock en español) sino también de Calamaro y Fito Páez a quienes iría a ver con mucho más gusto.
Sí, ya se que cualquier conocedor me va a decir que Cerati está mucho más adelantado musicalmente que Calamaro y Fito, pero la música no es una guerra contra el tiempo ni un concurso de complejidad. Que haga música del año 2030. Me da lo mismo. (Desde luego que Radiohead está mucho más elaborado que una oda a la sencillez como es Ramones o Sex Pistols y sin embargo, yo prefiero por mucho a estas bandas sin menospreciar a Radio)
Me gustaba Soda Stereo. Es una gran banda. Tengo todos sus discos y algunos me gustan mucho, aunque tampoco la con-sidero una banda de culto como mi amigo César Romero.
De Cerati en solitario me gusta sobre todo el Colores santos que grabó con Daniel Melero. Bocanada es un muy buen disco que tardé un poco en digerir.
No he escuchado Siempre es hoy, pero varios devotos ceratianos como es el caso de Gonzalo y la revista La Tempestad me han dicho que está más bien tirándole a malito.
En el blog de Rafa Tablado leí acerca del concierto que dio en la Gran Tenochtitlán. Solo dos rolas de Bocanada aunque una que otra sorpresa de Soda. Eso significa que se fletará entero un disco que según dicen no está bueno y que para acabar ni conozco. Mala señal. Pero bueno, creo que nada perdemos con ir. Yo creo que la pasaremos bien. El sábado pasado fuimos a ver la Ópera de Tijuana y me llevé una grata sorpresa. El antepasado fuimos a ver Forvever Tango y supero mis expectativas y el anteante pasado a un grupito de Jazz llamado Otredad que tocó en las cavas de Cetto (ahí lo mejor fue el vino, pues el jazz nomás no me pasa) Así pues, que sigan los espectáculos que para eso es el fin de semana.
En estos momentos empeñaría la piel por un buen concierto metalero. Lástima que en muchas semanas y meses a la redon-da mi telescopio brujulero no ha encontrado uno solo fuera de Black Label Society en abril, que tampoco es para tirar la casa por la ventana, pues además recién los vi en Ozz Fest. Sinceramente, aún no me recupero psicológicamente de la cancelación de Blind Guardian el pasado 14 de diciembre. Eso fue un duro golpe para mí que Cerati, por supuesto, no será capaz de cu-rar. Pero de eso a nada...peor es nada.