Eterno Retorno

Monday, February 17, 2003


LOS LUNES SÍ EXISTE EL INFIERNO

El infierno sí existe. Dante olvidó incluir en la Comedia el más consumado de los círculos infernales. Estar a las ocho de la mañana atrapado en un nudo vial entre Madero y Calle Segunda durante más de 45 minutos, haciendo intentos infructuosos por llegar a la Vía Rápida, es una condena que no le deseo al más encarnizado pecador. Odio el tráfico. Es el único elemento cotidiano de la existencia que tiene la personalidad de un taladro incrustándose en mi cabeza. Carolina llegó tarde al trabajo. Yo llegué desencanchado al mío. Vivo una de mis peores sequías de creatividad periodística en todos los tiempos. Pero el fuego eterno no se limita a condenarme a chapotear en el infierno vial de Tijuana cada mañana. No. Hoy traigo a cuestas tres horas de mal sueño. Solo tres horas. Y pésimas. El insomnio me zarandeó sin piedad. Como solo sabe hacerlo los domingos por la noche. Puedo estar agotado y haber conjurado todo tipo de resacas. Tener un día relajado y haber dejado plenamente satisfechos todos mis deseos. Una cena de alto nivel, un buen vino (Gato Negro) y un sexo delicioso que me dejó para dormir como angelito. Pero no. El insomnio agarró mi cerebro, lo restregó entre sus manos, lo exprimió como limón y luego lo talló sobre grava. Tenía sueño, mucho sueño y sin embargo no podía quedarme dormido. Mierda. Y ahora estoy aquí, en mi islote de agrafia periodística esperando que el cielo me arroje un rayo de iluminación.
Sí. Nuestros fines de semana son en extremo hedonistas y dionisíacos. Puro y absoluto principio del placer en el que basa-mos nuestra existencia de viernes a domingo. Pero el lunes se encarga de castigarnos. Después de una mañana como al de hoy, uno ya está lo suficientemente muerto como para querer resucitar. Y es una larga tarde la que me aguarda. FUCK OFF-