Bye bye, Chief Rebel Angel
De pronto, entre los
obituarios de Cepillín y no sé cuántos más, me entero de reojo y casi como no
queriendo la cosa que se ha muerto Lars-Göran Petrov. Claro, ustedes
seguramente preguntarán ¿y quién carajos es ese tipo? Bueno, digamos que no era
exactamente una celebridad hoy en día, aunque hace 32 añitos el señor cantó en
un álbum fundacional que marcó e influenció a miles dentro de un subterráneo
subgénero, entre ellos a mí. Lars-Göran Petrov era el cantante de Entombed, una
banda sueca pionera de la vieja escuelita del Death Metal que allá por 1989 se
presentó en sociedad con uno de los discos metaleros más brutales y
contundentes de toda la historia: el Left Hand Path, sin duda de mis títulos
favoritos de todo el género, un álbum al que retorno una y otra vez y que
siempre suele ir en el carro para escucharlo de noche en la carretera. Si eres
metalero entonces sabes de lo que hablo y si no, pues mi recomendación es que
te des la oportunidad de escucharlo al menos una vez en tu vida. Además Left
Hand Path como concepto encarna una filosofía existencial. A mí me gustaba
mucho ponerlo mientras leía Noir sueco. El outro de la rola homónima es ideal
como soundtrack de una novela de Mankell. Petrov es el del chaleco y la
camiseta de Bathory en la imagen que aquí incluyo. Esa foto la tomé hace cinco
años en el House of Blues de San Diego, cuando le abrieron a Amon Amarth como
Entombed AD. Ya había tenido la fortuna de verlos trece años antes (con la
banda original) como abridores de King Diamond en 4&B. Este otoño estarían
en el Metal Fest de Monterrey. Petrov era un headbanguero de viejísima guardia
sin mayores pretensiones, un bato típicamente chelero y demadroso, bastante
cateado por la vida paria. En aquellos años fundacionales, las dos capitales
mundiales del Death eran la soleada Tampa y la helada Estocolmo. De esta última
brotaron Entombed, Dismember, Unleashed, Carnage, Opeth (y luego llegarían los
virtuosos de Goteburgo con At The Gates a la cabeza, Dark Tranquillity, In
Flames). Si Left Hand Path encarnaba la brutalidad, su tercer álbum, Wolverine
Blues, encarnó el ritmo como la primera obra de Death&Roll (un descarado
coqueteo con lo punketo). Después Entombed, como tantísimas bandas, envejeció
mal, cuando con muy poca fortuna quisieron jugar a sonar alternativos y aunque
con el Siglo XXI retornaron como hijos pródigos al sonido metalero, ya nada fue
igual. Al final del camino, el canijo cáncer se llevó a los dos cantantes
padrinos del género en USA y Suecia: Chuck Shuldiner, mentor del sonido
americano, muerto prematuramente en 2001, y Petrov, que acaba de felpar hace
unas horas. Hace dos meses petateó el virtuoso Alexi Laiho. Al Death le llueve
muerte. But life goes on, dice una de las rolitas más viejas de la banda (de la
época de Nihilist) “Dead-Deceased but life goes on. I will
be the one who won. Continue to seek and you will see…That life is your worst
enemy”. Camino de la Mano Izquierda por siempre!!!